Hoy os traigo un análisis de Road 96 para PC. Este lunes 16 de agosto sale a la venta, tanto para Switch como para PC, esta aventura procedural para un solo jugador con gráficos 3D del estudio Dixiart, responsable de juegos como Valiant Hearts y Memories RetoldHe echado un buen puñado de horas para analizarlo y ver qué podemos y qué no podemos encontrar en este título ¿Te atreves a emprender el viaje? ¡Venga, vámonos!

Según sus desarrolladores, podremos jugar en equipos con Windows 7 o 10, con procesador i5 4460, 8 GB de RAM, NVIDIA GTX 1060 o equivalente y 15 GB de disco duro.

Además, a parte, eso sí, lanzan un eBook (del tipo elige tu propia aventura), que sirve de prólogo al juego, y la banda sonora en edición digital, CD y hasta en vinilo con auténticos temazos compuestos en exclusiva para el juego. No dejéis de echar un vistazo, a ver si os interesa.

Pero bueno, aquí vamos a centrarnos en el juego en sí. Así nos los muestran en el tráiler.


La historia de un viaje

Has cogido lo que has podido de calderilla y, prácticamente con lo puesto, te has fugado de casa de tus padres con el propósito de llegar a la carretera 96, rumbo a la frontera. No aguantas más. Tienes que huir del país, buscarte un futuro y una vida que aquí no tienes. Y es que Petria, tu país, se está yendo al garete. Lleva más de 10 años bajo el yugo de Tyrak, un despótico presidente que tiraniza con una mano de hierro a sus habitantes mientras con la otra esquilma los recursos naturales del país y hace que se forren sus amigotes. La situación es insostenible para ti e intuyes que algo tremendo va a pasar en unas semanas. Un nuevo líder político, la senadora Florres (sí, con dos “r”), se ha atrevido a plantar cara al presidente en las próximas elecciones y, a la vez, los ataques del grupo terrorista La Brigada Negra parecen estar recrudeciéndose. Es el verano de 1996 y falta poco para las elecciones del 6 de septiembre. ¿Lograrás huir del país? ¿Cuál será el destino de Petria? ¿Y qué papel jugarán tus acciones en él?

Como un mapa de carreteras, nuestra partida tejerá una telaraña de encuentros y desencuentros en la que tenemos que evitar caer atrapados y todos y cada uno de nuestros viajes compondrán un tapiz único. Átate bien los cordones, ponte en el walkman tu canción favorita y comienza este viaje sin retorno hacia tu libertad porque, como dice el poeta, “caminante, no hay camino, se hace camino al andar.”
Los parajes de Petria que recorreremos están llenos de contrastes

Carretera y manta

Road 96, efectivamente, es una aventura 3D en primera persona, con mucho de point & click, un poco de exploración, algún que otro mini-juego y unos cuantos puzles. Es procedural porque lo que nos vamos encontrando no está predeterminado, sino que es fruto del azar. Así que es muy complicado jugar dos partidas iguales. A pesar de la temática, lo de la carretera, el viaje y todo eso, no esperes conducir lo más mínimo. Algún minijuego mientas vamos por la carretera manejando algún vehículo sí hay, claro, pero yo no lo llamaría conducir. Y, a pesar de lo seductor que resultaría, y el mapa con las rutas hacia la carretera 96 que nos muestra el juego, tampoco nos encontramos ante un sandbox. No podemos decidir hacia dónde ir, solo de qué manera viajaremos hasta nuestra próxima ubicación, que será siempre un misterio.

A lo largo de la aventura, nuestro camino se cruzará con los personajes principales de la historia, ofreciéndonos minijuegos, puzles que resolver y aventuras que vivir que nos permitirán desbloquear nuevas habilidades. Estas habilidades, con las que podremos contar también cuando escojamos a otros personajes o cuando iniciemos una partida nueva, nos facilitarán nuestro viaje e incluso nos abrirán posibilidades nuevas.
¿Te está haciendo un favor esta agente recogiéndote o va a poner fin a tu fuga?

Además, si juegas a través del servicio Omen Gaming Hub te dan una habilidad gratis, aunque sospecho que se puede desbloquear también jugando. No es estrictamente necesario.

El juego comenzará haciéndote unas preguntas personales que, supongo, modificarán la experiencia de juego. Medítalas, o no, tú verás, pero que sepas que no te las volverá a hacer. Tras esto, y el menú de juego, claro, nos presentará una secuencia donde podremos ver fugazmente a todos y cada uno de los personajes que nos encontraremos por nuestro peregrinaje y… empezará nuestra aventura.

Tomaremos el papel de un personaje anónimo que, habiéndose escapado de casa de sus padres, tiene que llegar a la carretera 96, que conduce a la frontera, para poder escapar de Petria y alcanzar una nueva vida y la libertad. Comenzaremos nuestra huida en uno de los escenarios preparados que tiene el juego, pero que será aleatorio. Allí, tendremos que resolver algún embrollo, conseguir dinero, recuperar energía y escapar del peligro hasta nuestra próxima localización. Normalmente, y dependiendo de nuestra energía, de lo bien que hayamos resuelto todo y del dinero del que dispongamos, podemos caminar, robar un coche, hacer autostop, esperar un bus o llamar un taxi hasta nuestro próximo destino. Todo ello desencadenará que sea más probable o no encontrarse determinados eventos y localizaciones o que nuestro viaje dure más o menos.
Uno de los personajes que nos encontramos nos ofrece medir nuestra pericia con un minijuego.

Cada localización viene con un título de canciones o películas de la época y suele girar en torno a algún personaje de la trama principal.

En las conversaciones que mantengamos con quienes salgan a nuestro encuentro podremos mostrar una actitud rebelde, que incite a la revolución violenta, una actitud que apueste por un cambio pacífico y democrático o una actitud de desapego y desilusión total hacia el sistema. Además, otras acciones como donar dinero a un candidato a la presidencia o a otro, vandalizar ciertos carteles o informar a la policía de determinados hechos, influirán en el final. A lo largo de nuestra odisea visitaremos distintos escenarios y tendremos diversos encuentros. El principio del fin llega 9 km antes de la frontera, en la carretera 96. Desde allí llegaremos al “muro”, la frontera de Petria, y buscaremos la mejor manera de cruzarlo y no morir en el intento.

Así es: nuestro viaje puede acabar siendo un éxito o podemos ser arrestados e incluso morir en el intento.
Podremos robar coches, viajar en taxi, hacer autostop, ir caminando y, claro, también podemos pillar el bus

Pase lo que pase, nos vaya como nos vaya, libres, presos o enterrados, saltaremos al día de las elecciones donde una serie de flashforwards o prolepsis (toma ya, palabra que te dejo ahí por si no quieres usar anglicismos) nos darán pistas de lo que terminará por suceder ese día. Veremos que, de una manera u otra, se va a liar parda.

La voz de la narradora dará por concluido el episodio y volveremos al menú inicial, donde se nos ofrecerá comenzar uno nuevo. Al aceptar, volveremos a antes de las elecciones, un noticiario televisivo nos resumirá los principales acontecimientos que acabamos de protagonizar (fundamentalmente alguna escena de importancia y cómo hemos acabado, si fugados, sin vida o capturados). Además, podremos ver cómo van las encuestas ante las elecciones, que se decantarán a un lado o a otro según nuestras conversaciones y acciones. Tras esto, el programa anima a dar información sobre adolescentes fugados, momento en el que podemos escoger un nuevo personaje, una mera silueta sin nombre, donde se detalla cuán lejos estamos de la frontera, con cuánta energía contamos y cuánto dinero tenemos en nuestro poder.

Y vuelta a empezar. Así hasta 6 episodios tras los que llegamos a la fecha, ahora sí, de las elecciones y podremos ver en primera persona cómo va a cambiar el destino de Petria de acuerdo a las acciones que hemos llevado a cabo.
Cada personaje tiene algo que aportarnos y nosotros aportaremos a cada personaje

Hemos de atender a nuestro nivel de energía, que se recupera comiendo, bebiendo y durmiendo. Aunque, insisto, no es algo complicado y no llega a ser nunca un verdadero problema a nada que nos andemos con cuidado y busquemos bien por cada escenario. Hay que proponerse agotar la energía.

El juego muestra momentos cómicos, tensos, dramáticos, nostálgicos, de terror (soy muy asustadizo, no es muy difícil hacer que me cague de miedo, yo al menos me he llevado un par de sustos). Nos lleva a tomar decisiones duras y vivir situaciones angustiosas.

Al fin y al cabo, somos adolescentes fugados de casa que huyen de un régimen opresor y son perseguidos. Esta vida promete aventuras, sí, pero no va a ser un lecho de rosas.

Poco más cabe añadir. Que podrás encontrar coleccionables en forma de cintas de casete (no es muy difícil hacerse con todos tras la primera partida), la posibilidad de conseguir logros y que este juego goza de cierta rejugabilidad.
A veces hay que hacer un alto en el camino

Disfruta de las vistas y de la música

El estilo artístico de los personajes y los escenarios es muy atractivo y acertado para la historia a la que acompañan. Una gran elección por parte del estudio. Captan muy bien la belleza del entorno y, a la vez, la tensión de los peligros y misterios que esconde cada rincón.

Además, es muy curioso cómo hay ciertos modelos de personaje que se repiten. Que sí, que es para ahorrar memoria, qué duda cabe. Pero se me antoja intencionado para, precisamente, dar personalidad a los personajes más secundarios.

Eso sí, alguna hoguera que brilla pero no arroja luz, algún elementos del paisaje mal puesto, montañas que van saliendo, literalmente, a los lados de la carretera mientras estamos viajando… Digamos que no es un alarde técnico. Tampoco es algo que debiéramos esperar en un juego así, claro, pero quizá podrían haber buscado alguna manera de resolverlo de manera más elegante.

Pero es en el apartado sonoro donde este juego brilla con luz propia. Pocas veces me he encontrado con un juego al que no tenga que quitar la música a los 5 minutos porque me resulta machacona, pero este juego cuenta con una banda sonora original, compuesta exprofeso, que trae aires ochenteros y noventeros y que es el acompañamiento y, a la vez, estímulo ideal para nuestro viaje. Una auténtica maravilla y, sin duda, el punto fuerte del juego.

¿Podemos confiar en lo que cuentan las noticias o están al servicio del gobierno?

Conclusión

Sin duda, este juego hará las delicias de quienes disfrutáis de los juegos por su música, su estética y su historia. No cuenta con voces en castellano, pero para eso están los subtítulos.

Se trata de un juego curioso que, si logra atraparte, te entretendrá un buen puñado de horas. No es exigente ni siquiera en cuanto al ordenador que necesitas, y ofrece una buena oportunidad de ir poco a poco desgranando y descubriendo qué hay detrás de cada personaje y cada acontecimiento. De hecho, es recomendable jugarlo, al menos, un par de veces. Cada partida te llevará unas 10 horillas. Aproximadamente, claro, que depende de cómo juegues.

Los creadores dicen haberse inspirado en Tarantino, los hermanos Coen y Bong Joon-ho. Bueno, a ver, no digo que no. Pero jugando tienes más la sensación de estar viendo una serie típica de Netflix. No lo digo como algo malo. Ojo. En mi caso, es bueno. Es que la temática y la narrativa recuerda más a una serie de televisión que al cine.
Aquí, uno de los personajes que encontramos. Su cara refleja lo que sentiremos muchas veces jugando: “¿He tomado la decisión correcta?”

El juego no es apto para echar partidas casuales ni tampoco para partidas sesudas. Tiene un punto medio. Completar una partida requiere varias horas, pero no es nada difícil hacerlo.

Por otra parte, muchas cosas se escapan a nuestro control: No podemos planificar dónde vamos, solo cómo vamos. Los eventos que nos salgan (salvo unos cuantos fundamentales para la historia, que ocurren sí o sí) tienen un fuerte componente de azar, lo cual puede resultar frustrante. Te pueden salir episodios, es decir, una sucesión de escenarios o eventos, cargados de elementos sobrenaturales o de acción y otros en los que no pase nada del otro jueves. En ese sentido, el azar no juega a su favor.

Además, si quieres volver a vivir determinados episodios, y saber qué pasaría si hicieras tal o cual cosa… no puedes. Una vez has acabado un escenario o un episodio, acabado está. Para volverlo a jugar y probar algo diferente tendrás que empezar una partida nueva y cruzar los dedos para que te salga ese escenario otra vez.

Es rejugable. Sí. Pero a mí, que me lo he jugado tres veces seguidas, se me ha hecho repetitivo. Quizá lo suyo es disfrutarlo en pequeñas dosis, donde sin duda su carácter procedural brillará más.

Road 96 está disponible desde el 16 de agosto para PC y Nintendo Switch en formato digital, mientras que a partir del 8 de octubre lo hará en formato físico. Si te gusta el juego y estás pensando en comprarlo, te dejamos un enlace a Amazon donde poder hacerlo.

Lo mejor

Un estilo gráfico muy bonito y una banda sonora excepcional
Se disfruta como una buena serie de televisión
Puedes crear una historia diferente cada vez que juegues

Lo peor

No es un alarde técnico
No hay dos experiencias iguales, pero se terminan pareciendo
No hay sistema de guardado de varias partidas ni puedes volver atrás


Este análisis se ha realizado con un ordenador de las siguientes características:
– Sistema operativo: Windows 10
– Procesador: Intel Core i7-9750H CPU @ 2.60GHz
– Tarjeta gráfica: Nvidia GeForce GTX 1650
– Memoria RAM: 16GB de RAM
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