Hace veinte años, allá por diciembre de 2001, Tecmo lanzaba para Playstation 2 y Xbox un tal Project Zero (o Fatal Frame fuera de nuestras fronteras) en el que utilizábamos una cámara de fotos para luchar contra todo tipo de fantasmas. Ahora que la saga ha cumplido 20 años, os invitamos a adentraros en su fantasmagórico universo de esta saga a través de este espeluznante reportaje.
¿Os atrevéis?
Contexto de la época
La década de los 90 fue muy buena para los videojuegos
survival horror. Sagas como Alone in the Dark proliferaron, maravillando a
propios y extraños. Además, los entornos 3D se fusionaron como un elemento de
terror en la aventura como nunca antes se había visto en el mundillo. En
ellos, abundaban los sustos, los puzles y la escasez (o ausencia) de armas y
munición, aunque no fue hasta la llegada del primer
Resident Evil cuando se asentaron las bases de este género y nacieron
más sagas como
Silent Hill
o Clock Tower, que sin duda dejaron marca en la generación de
consolas de 32 bits.
Así pues, con la llegada de la sexta generación de consolas, encabezada por la
Playstation 2, el survival horror siguió siendo uno de los géneros más prolíficos,
alcanzando una madurez catapultada por la generación anterior. Juegos como
Cold Fear, Forbidden Siren, Obscure o
Rule of Rose entre otros, unidos a las nuevas entregas de
Silent Hill,
Resident Evil
y Alone in the Dark, hicieron que el género
buscara nuevas formas de asustarnos… Y aquí es donde aparece
Project Zero con su terror influenciado por el
folklore japonés
y su fantasmagórica cámara de fotos. Acompáñanos, si te atreves, en este
recorrido por la saga.
Project Zero, el inicio de la saga
Como decía, en 2001 Tecmo lanzó la primera entrega de la saga
Project Zero (llamado Zero en Japón y Fatal Frame en
Estados Unidos), un survival horror que daba una vuelta de tuerca a
este género tan prolífico por aquellos años, ya que utilizábamos una cámara de
fotos antigua para capturar fantasmas y resolver puzles.
Dentro de la mansión lo primero que encontramos es la
cámara oscura y pronto descubriremos que con ella podemos ver a
los fantasmas, luchar con ellos o encontrar pistas sobre lugares de la misma
para poder ir desentrañando el misterio que la rodea. Esta cámara es la
verdadera protagonista porque será nuestra única arma para
enfrentarnos a los fantasmas, haciéndoles más daño cuanto más tiempo estemos
enfocándoles, mejorando sus características, como rapidez del enfoque, daño,
etc, o haciendo fotos de «sitios de interés» que nos indicarán dónde ir para
encontrar los objetos clave o los típicos suministros como películas mejores
para la cámara (que hacen las veces de munición) o las pociones para
recuperar vida.
Los gráficos fueron bastante buenos
para su época con modelos de la protagonista y los fantasmas maravillosos.
Contó con una banda sonora y unos efectos especiales, con voces en inglés y
textos en español, que ponen los pelos de punta
mientras investigamos la mansión Himuro tales como los gritos de las
almas en pena o las voces de ultratumba.
La única pega que se le puede poner actualmente, es el durillo control
tipo tanque, tan típico de estos juegos en aquella época, que hace que
sea algo incómodo controlar a Miku. El juego supuso un éxito suficiente para
la compañía haciendo que dos años más tarde apareciera su secuela.
Project Zero 2: Crimson Butterfly, una secuela (aún) más terrorífica
En 2003, llegó la secuela del primer Project Zero, llamada Crimson Butterfly, en la que se nos ponía en la piel de dos hermanas gemelas llamadas
Mayu y Mio, que paseando por un bosque cercano a su pueblo se desvían
de su zona habitual de paseo al sentir una de ellas una presencia extraña y
que, transformada en una mariposa roja, las guía hasta otro pueblo cercano y
abandonado donde nuestra hermana desaparece de repente.
Más tarde, investigando el pueblo, descubrimos que desde hace mucho tiempo se
hacía un ritual en el que se sacrificaba a una pareja de gemelos para
apaciguar a los demonios y la última vez que se llevó a cabo este ritual no
salió bien.
Por lo demás, las mecánicas son continuistas con las del juego
anterior, utilizando la cámara para resolver puzles y atrapar a los fantasmas,
pudiendo mejorarla con la experiencia que vamos ganando para que sea más
efectiva. Los controles son más suaves que en el primero aunque siguen siendo
tipo tanque y los gráficos son algo mejores al desarrollarse gran parte
de la historia en exteriores. En dichos escenarios, podemos ver el bosque y el
pueblo de una forma aterradora, con efectos de niebla, luz y sombras, y
ayudados con unos efectos de sonido a la altura (con voces en inglés, eso sí,
aunque los texto están en español) que harán que en algún momento tengamos que
soltar el mando y relajarnos un poco antes de seguir con la aventura.
También mencionar que este segundo juego tiene varios finales
que dependen de la forma en que acabamos con unos determinados enemigos una
vez que la aventura ya está avanzada.
El juego salió en Playstation 2,
Xbox y en Wii, que salió con una edición especial en la que controlábamos
la cámara con el
Wiimote.
Project Zero 3: The tormented, la madurez de la saga
Dos años más tarde de que saliera Project Zero 2, en 2005, salió la tercera
entrega de la saga para Playstation 2. En ella, nos metemos en la piel de
Rei, una fotógrafa que pierde a su novio en un accidente de
coche y cuando está haciendo unas fotos, para un reportaje en una mansión,
observa como en una de ellas aparece él, lo que hace no solo que no supere su
pérdida, sino que además empiece a investigar por qué ha tenido esa visión a
través de la cámara.
La principal novedad de esta entrega es que el juego se divide ciclos de
día y noche, haciendo que de día tengamos que investigar nuestro apartamento, al más puro estilo Silent Hill 4: The Room, y por la noche
entremos a una mansión plagada de fantasmas
sin que sepamos si es real o un sueño de la protagonista. Por lo demás,
seguiremos utilizando la cámara oscura para atacar a los fantasmas y para
resolver los puzles que se nos van proponiendo, mientras la vamos mejorando
de nuevo con la experiencia que vamos ganando al acabar con los
fantasmas.
La jugabilidad y los gráficos no evolucionaron demasiado
con respecto a la segunda entrega, teniendo todavía un control tipo tanque y
unos gráficos que, sin ser malos, lucen menos que los de los escenarios
exteriores de Crimson Butterfly. La banda sonora y los FX siguen a un
nivel sublime (también con voces en inglés y y textos en español)
metiéndonos de lleno en la ambientación del juego y dándonos unos sustos
bastante serios a lo largo de la aventura.
Project Zero 4: Mask of the Lunar Eclipse
En 2008 salió, solo en Japón, la cuarta entrega de la saga en exclusiva para Nintendo Wii. Corría el
rumor de que el juego no salió de fronteras niponas debido
Nintendo, ya que al tener el juego
bastantes bugs, éstos hicieron que el título no superara el estándar de calidad de
Nintendo, además de vender muy pocas unidades en su país de origen (unas
75.000 copias).
Desarrollado por Tecmo y Grashooper, su historia se
desarrolla en una isla donde unas máscaras
serán la clave para resolver el misterio de unos asesinatos que ocurrieron
hace varios años en la misma. El argumento nos pone en el papel de tres personajes
que sobrevivieron a un secuestro en una isla y que deciden volver a la misma
al enterarse del asesinato de dos chicas para investigarlos.
La principal novedad de este juego es que usamos el
Wiimote y el nunchuk para manejar la cámara oscura y una
linterna (cada cosa con uno de los mandos de la consola), lo cual, nos permite
ver a los espíritus y así poder vencerlos. Por lo demás, el juego sigue en la
misma línea que los anteriores, resolviendo puzles con la cámara oscura y
atrapando a los fantasmas. Otra de sus novedades fue la de usar
puntos de habilidad, no para la cámara, sino para mejoras del personaje. Para la cámara se
usaban unos cristales especiales que, esta vez sí, nos permiten mejorar sus
estadísticas.
The Spirit Camera y el ocaso de la saga
Este juego al salir solo en Japón supuso el ocaso de la saga en Occidente a
pesar de que la siguiente entrega,
The Spirit Camera (2012), sí llegó a Estados Unidos y Europa para
Nintendo 3DS, pero no funcionó todo lo bien que se preveía. Esta
entrega portátil se caracterizaba por traer unas tarjetas RA (de
realidad aumentada) que nos servían para enfocar y atrapar a los espíritus
utilizando la 3DS como si realmente fuera la cámara oscura. Para ello, se
hacía uso del giroscopio de la consola para mirar a nuestro alrededor y
de la cámara para hacer que los fantasmas dieran la impresión de
estar en nuestro en salón.
Gekijô-ban: Zero, la película
También cabe mencionar que en 2014 se estrenó, solo en Japón nuevamente,
una película live action o de acción real, sobre la saga dirigida
por Mari Asato y protagonizada por Ayami Nakajo y
Aoi Morikawa. En ella, el argumento giraba entorno a una escuela donde una chica ve una visión
sobre su muerte y de repente, poco a poco, varias chicas empiezan a
desaparecer después de haber mirado una fotografía. La película no contó con
muy buenas críticas, pero aun así a Tecmo le faltaba una última bala que
gastar con esta saga.
Project Zero 5: Maiden of Black Water, el futuro de la saga
Para terminar, hay que mencionar esta entrega que salió en 2014 en
Wii U y que está anunciado un remaster para el 28 de octubre de 2021 para
todas las consolas (actuales y de nueva generación) además de para PC.
En Wii U la entrega pasó más bien desapercibida, pero parece que con la futura
remasterización las ganas de volver a sacar fotos de fantasmas y de pasar
miedo han vuelto a la palestra, además este juego sí llegó a nuestras
fronteras. En esta entrega, la de Wii U, manejábamos a tres personajes
con historias que se iban entrelazando a lo largo de otra principal y más
densa y cuya jugabilidad sigue con el estilo continuista de la trilogía
de Playstation 2. Su principal punto flaco es que no llegó
ni traducido, ni doblado a nuestro idioma, cosa que esperemos que
resuelvan cuando salga la remasterización, y sus gráficos, que sin
ser malos, tampoco destacaban demasiado.
Sea como sea, la saga Project Zero nos ha brindado a lo largo de sus
veinte años de grandes historias, grandes momentos y, lo que es más
importante, grandes dosis de sustos que esperemos que con la próxima
remasterización, se les haga justicia y remedien los puntos flacos de la
versión de Wii U. Por otra parte, y ya puestos a pedir, ojalá la nueva
versión tenga éxito y Tecmo se anime darnos una nueva entrega con el nivel que
se le exige a esta saga.