Había ganas de saber qué iba a salir del horno de James Gunn y aquí tenemos la crítica de El escuadrón suicida, el regreso de los peores héroes y heroínas del universo DC en una nueva misión que el equipo debe aceptar sin otra alternativa a que les vuelen la cabeza.
Abróchense los cinturones que empezamos el frenético viaje de la última película de Warner basada en el universo DC. ¿Conseguirá mejores valoraciones y taquilla que su predecesora?
¡El mundo se encuentra nuevamente en peligro! O eso comunica la más dura e inconfundible Amanda Waller, la líder del escuadrón que debe hacer el trabajo sucio, literalmente, sin importar qué deban realizar para terminar con éxito la misión.
Si hay que ensuciarse las manos, no se va a llamar a La liga de la justicia, ¿no?
¿Reboot o secuela?
Pues ni una cosa ni otra. James Gunn ya declaró que su película sería una historia independiente. Aun así, si tomamos de referencia la obra de David Ayer, El escuadrón suicida no es secuela directa, pero sí posterior en el tiempo a Escuadrón suicida —que ambos films se distingan solo por el artículo «el» en el título, es un tanto engorroso—.
Por otro lado, hay notables diferencias entre ambas películas, donde destaca la dirección, ya que vamos a ver el «sello Gunn» en cada fotograma, en la banda sonora, ritmo y hasta en el reparto. Es posible que de inicio os preguntéis si estáis viendo otra entrega de Los guardianes de la galaxia cuando recién os sentéis en la butaca del cine, pero no, el actor Michael Rooker no hace la primera aparición para interpretar a un Yondu pasado por lejía, si no para ponerse en la piel de Savant.
Además de Michael, les diremos qué hay de nuevo amigos a otros que ya han pasado por los guardianes de Marvel como Sylvester Stallone y Sean Gunn, que para eso es su hermanito. Si hasta el papel de Peacemaker iba a ser para Dave Batista si no hubiera tenido problemas de agenda, pero finalmente se lo quedó John Cena, quien, al falta de conocer cómo hubiera estado Batista, no deja dudas de que ha sido una muy buena alternativa.
Por fortuna, repiten en sus papeles Violla Davis como Amanda Waller, Joel Kinnaman como Rick Flag y por supuesto, Margot Robbie interpretando el papel que parece haber saltado al cine solo por y para ella: Harleen Quinzel, alias Harley Quinn. Se agradece mucho que estos 3 pilares continúen en la franquicia, porque al ser una historia alternativa, James podría perfectamente haber prescindido de ellos, en especial de Margot, que fue víctima del odio y del mal marketing con la película Aves de presa y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn, ¿alguien iba a volver a apostar por ella después del batacazo en taquilla? Gracias James por no dejarte influir por este suceso, porque en nuestra opinión, Harley es lo mejor de este escuadrón suicida y eso es gracias a la actriz.
La banda sonora como otro personaje más
Como comentábamos, la película rebosa estilo Gunn. La música cobra especial protagonismo al formar parte de la narrativa. Solo le falta que las canciones estén asociadas sentimentalmente a los personajes. Hay mucho estilo retro que forman parte tanto del ritmo como de las transiciones.
Este es otro aspecto que podría recordarnos a Los guardianes de la galaxia, aunque no es un recurso tan recurrido en la película de DC como en la de Marvel.
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| Margot Robbie como Harley Quinn, de lo mejor del escuadrón |
Segundo round para la franquicia
La película de David Ayer no arrasó en crítica precisamente, pero sí en taquilla. Con James Gunn, quien también tiene su legión de fans, presumiblemente se puede esperar otro éxito, si los tiempos de pandemia lo permiten.
La parte más positiva es que parece que James ha tenido toda la libertad que ha querido y más para dirigir El escuadrón suicida. Vamos a escuchar chistes que escandalizarían a Disney —al público no, ya que echa en falta que ciertos productos vayan más enfocados a público adulto—, escenas gore —hay barra libre de sangre—, burradas y sobradas. Y todo ello respetando tanto la franquicia como el trabajo de Ayer.
En cuanto a la historia, Amanda Waller debe sacar de Belle Reve y reunir de nuevo al equipo con la misión de viajar hasta la ficticia isla de Corto Maltés para destruir un arma muy peligrosa que están desarrollando. Hasta ahí la premisa habitual del escuadrón, sin más prolegómenos ni explicaciones, porque tampoco hacen falta. A partir de ahí, acción, sangre y giros de guion que, nos tomen desprevenidos/as o no, disfrutaremos.
Los villanos —solo de género masculino, dedicado a todas aquellas personas que se quejaban de que en la película de Harley Quinn atacaba a los hombres porque los malos eran todos villanos, sin ser género neutro—, se quedan un peldaño atrás respecto a los anti héroes y heroínas. Su motivación poco más sobre sale del «soy malo y ya», y quienes tienen un motivo más profundo, no es que esté muy desarrollado. Además, pierden su relevancia o trascendencia entre los diferentes giros de guion y, honestamente, el final boss no podría ser más ridículo, con una habilidad que podría parecer lo más pero resulta poco explotada.
Como ya hizo Zack Snyder en su Liga de la justicia, El escuadrón suicida tiene escenas post créditos, la primera justo antes de ellos al terminar la película y la segunda, tras los créditos. Así que quienes vayáis al cine a verla, no os levantéis cuando empiecen los títulos de crédito aunque os inviten a ello encendiendo las luces, si no os la queréis perder.
El escuadrón suicida llega a los cines el 6 de agosto de 2021. Una oferta atractiva para una cartelera que poco a poco parece que vuelve a nutrirse de estrenos, tras haber sufrido lo indecible en esta pandemia. Muy apta para los fans de Gunn y del escuadrón suicida. No tanto para los que no les va el humor absurdo ni la acción empedernida en una película.
6 comentarios
Cuando vi deadpool supe que es el camino a seguir en las peliculas de superheroes, por suerte esta peli lo demuestra.
Buena critica, a algunos no el gustó el villano, que era un e.t. pero es lo que siempre se ve en los comics, y tuvieron el valor de llevarlo al cine.
este director demuestra que facil que es hacer una buena pelicula y que dificil que lo entiendan otros, despues del fiasco de wonder woman y black widow.
A James Gunn se le da bien dirigir grupos de anti-héroes, lo demostró con Los Guardianes de la Galaxia y lo confirmó con El Escuadrón Suicida.
En mi opinión el problema del enemigo se queda demasiado simplón, tal vez hubiera venido bien que Thinker hubiera tenido algún as en la manga.
se ve cuando la estrella dice que era muy feliz en el espacio, su mundo, y fue secuestrada. pero si es cierto que thinker queda desdibujado como villano, siendo el unico que la cuidaba y la entendia.
Y también la admiraba, es una pena que Thinker no tuviera más trascendencia cuando incluso en una parte de la película dice que él es el único que puede controlarla. Seguro que hubiera dado mucho juego.
Sin ser mala, no es ni la sombra de la primera, algunas críticas sociales y políticas, pienso que arañó lo que pudo, han sentido rigor de tener altas espectativas
Opino igual, la primera me parece más redonda sobre todo en cuanto a la trama y los personajes mejor desarrollados. Es curioso que la de Ayer fuera éxito de taquilla pero no de crítica y la de Gunn al revés: buenas críticas pero de momento la taquilla no cumple expectativas.