Análisis de R-Type Final 2 en Nintendo Switch

Hoy os presentamos el análisis de R-Type Final 2 para Nintendo Switch, secuela de R-Type Final  que se lanzó en el año 2003 en Japón para PlayStation 2. La desarrolladora Granzella Inc. nos brinda una nueva entrega de un género casi extinto a día de hoy, los Shoot ´em Up, comúnmente llamados matamarcianos. Una gran alegría para servidor, ya que crecí en diversos salones recreativos salvando galaxias de diferentes universos, empezando por el Space Invaders y terminando con la saga Gradius.

¿Estará el juego a la altura de sus predecesores? ¿Acabaremos definitivamente con el malvado ejército invasor de Bydo? ¡Sólo hay una forma de averiguarlo!

Han pasado casi dos décadas sin tener noticias de una nueva entrega de la saga R-Type con excepción del remake de R-Type I y II, R-Type Dimensions EX en 2018. En esta ocasión el hilo argumental es el mismo que siempre,  el malvado ejercito alienígena invasor Bydo (no confundir con el personaje Birdo del Super Mario) vuelve a intentar conquistar nuestro sistema solar, por lo que una nueva flota de cazas R-9 vuelan directas al núcleo del imperio para así sofocar la invasión.

Para los que no conozcáis la franquicia R-Type, se trata de una saga que inició su incursión en el mundo de los videojuegos en el año 1987, plagiando inspirándose en títulos de éxito del momento como lo fue la saga Gradius. La premisa es la siguiente, una aeronave en scroll horizontal continuo tiene que disparar a todo lo que se mueve, además de ir recogiendo diversos potenciadores para hacer la nave más fuerte y asegurar que su misión llegue a buen puerto. R-Type se diferenció del resto del género gracias a dos características únicas, una fue el disparo cargado y la otra el fiel satélite llamado «Fuerza» y que nos hace a la vez de potenciador de ataque y de escudo frente a determinados proyectiles. Dichas novedades se han mantenido hasta el día de hoy.

Una de las características que me han gustado y que dan frescura al género es la gran cantidad de naves que podremos llegar a disponer a medida que avancemos en el juego. Inicialmente dispondremos de tres diferentes versiones de la famosa nave R-9 (R-9A, R-9D y R-9F), pero a medida que vayamos jugando y obteniendo recompensas a modo de recursos de diferentes tipos, podremos ir adquiriendo más y más naves que se irán añadiendo a nuestro hangar. Las nuevas aeronaves serán versiones mejoradas de las anteriores, cambiado sus cañones de ataque y permitiéndonos cierta libertad de customización. No podremos cambiar los tipos de cañón base, pero sí el tipo de satélite Fuerza y su forma de comportarse (que siga nuestros movimientos, persiga enemigos, tipo de escudo…) o ataques secundarios, como son los  misiles (tipo bomba, caída vertical, en arco, perseguidores, multidireccionales…) o los bits de apoyo.

Esto convierte el título en un juego donde prima el ensayo y error, ya que cada nave es un mundo y nos puede venir bien para un tipo de nivel, pero mal para otro. Afortunadamente, podremos cambiar de nave una vez finalizado un nivel o una vez hayamos perdido todas las vidas y aun dispongamos de créditos para continuar. Las combinaciones son casi infinitas, convirtiendo el título en un juego muy rejugable.

Dispondremos de hasta 12 huecos para ir creando/eliminando nuestras naves customizadas, pudiendo editar en cualquier momento su aspecto físico, cambiando el color de ésta o añadiendo pegatinas personalizadas. Hubiera sido de agradecer un menú visual donde ver exactamente qué tipo de ataque tiene y qué hace cada nave más allá del texto explicativo del mismo. Para alguien que juega a esta saga por primera vez, leer «cañón de ondas estándar», «cañón de ondas de shock» o «cañón de ondas de cinturón de fotones» no aclara al usuario qué es lo que más se adapta a su forma de juego. Habrá también una tienda en la que podremos intercambiar preciados recursos por aspectos para el piloto, pegatinas para la nave y más, dichos recursos se conseguirán de forma automática cuanto más juguemos y más niveles acabemos con éxito.

El juego tiene además opciones extras que se irán desbloqueando a medida que avancemos como una galería o monstruo-teca de las diferentes criaturas de Bydo, galería de arte conceptual, de los pilotos, accesorios de la tienda como colores para pilotos, pegatinas, etc.

Los controles de las naves R-9 serán muy completos y cómodos, con un botón dispararemos de forma automática, es decir, al dejarlo pulsado, la nave disparará continuamente. Si por el contrario eres un purista «machaca botones», no te preocupes, ya que hay un botón de disparo no automático y que disparará por cada pulsación. Además, este botón es el que usaremos si queremos cargar el disparo, al hacerlo veremos una barra que se llenará y al soltarlo, liberará un potente ataque que dependerá de qué tipo de nave R-9 estemos usando, comentar que esta barra tiene hasta dos niveles en naves básicas (hay naves con cañones de ondas capaces de acumular más cargas). Tened en cuenta que mientras carguemos la barra estaremos prácticamente desprotegidos. Con otro botón lanzaremos o haremos que vuelva el satélite Fuerza, y del que hablaré más adelante porque es realmente la miga del juego.

A medida que avancemos en el juego veremos capsulas de energía de diferentes colores, azules, rojas y amarillas. Las rojas darán al R-9 ataques de forma central, las azules que ataquen en diagonal superior e interior, mientras que las amarillas se centrarán en las zonas superior e inferior de la nave. Estos ataques cambian en función de la nave y tienen diferentes niveles de ataque.

Por último, tenemos el ataque especial, si utilizamos la Fuerza lo suficiente absorbiendo ataques enemigos o destruyéndolos, acumularemos energía DOSE, y si reunimos la suficiente, pulsando un botón liberaremos un potente ataque que destruirá todo lo que haya en la pantalla (excepto nosotros, evidentemente).

El uso de la Fuerza (no la de Star Wars) es la miga del juego, como hemos dicho antes, nos servirá a la par de ataque y defensa. La Fuerza se puede acoplar tanto en la parte anterior de la nave como en la retaguardia. Al estar acoplada aumentará la potencia de ataque de la nave, no obstante, si está desacoplada, dependiendo del tipo de Fuerza que tengamos, se comportará de una forma u otra, pero siempre como un satélite extra de ataque, por lo que tendremos dos naves, una de ellas indestructible con una potencia de fuego modesto.

Esto dotará al juego de cierta estrategia, ya que en lugar de centralizar todo el ataque en un solo punto, podremos dejar que la Fuerza ataque mientras centramos nuestros esfuerzos en esquivar disparos (algo muy útil en los jefes, ya que podremos concentrarnos en esquivar mientras la Fuerza hace su trabajo con él). Al pulsar un botón, llamaremos a la Fuerza para que se acerque y se acople, y volviéndolo a pulsar, la lanzaremos y empezará a operar por su cuenta. Si se acopla por la parte posterior, además de poder usarla de escudo protector, podremos disparar hacia detrás. Es importante acumular mucha energía DOZE con la Fuerza, ya que nos salvará de más de un apuro, así que no descartéis que nuestro satélite entre en contacto con muchos enemigos.

Otros potenciadores que podremos adquirir de los enemigos son los bits y los misiles, cuya función cambiará en función de la nave que tengamos. Los bits son mini satélites que orbitarán cerca de la nave y servirán de ataque de apoyo, mientras que los misiles serán una forma de ataque indirecto/extra. Y de nuevo, dependiendo de la nave, podremos elegir entre varios tipos: aire-tierra, multidireccionales, perseguidores, explosivos…

Un mundo hostil

   

Una vez elijamos que tipo de nave R-9 se adecua más a nuestras necesidades, podremos explorar los diferentes mundos del universo R-Type como son una fábrica de plantas, un antiguo laboratorio invadido por experimentos biológicos, una gruta de cristal o unas ruinas subterráneas extraterrestres entre otros.

Como fondos veremos preciosos entornos modelados en 3D y que se moverán con un suave scroll continuo prácticamente horizontal, salvo algún cambio de dirección puntual en diagonal o vertical. Dichos entornos o fondos, interactuarán con los disparos y explosiones de la nave, iluminándose cuando un haz de luz se aproxima, por ejemplo, a un suelo o a una plataforma. El problema de todo esto es que a veces nos confundiremos sin saber distinguir qué es fondo y qué es enemigo o plataforma.

El juego presenta modelados grandes y bien definidos, con naves y enemigos cubiertos de detalles que no hará necesario el uso de prismáticos para poder vernos, cosa que agradecer, ya que la edad pesa sobre todo para los que jugamos a esta saga desde la primera entrega.

Los efectos de sonido serán abundantes, diferenciándose de los enemigos biológicos de los mecánicos, teniendo cada uno los suyos propios. Los efectos de cada arma y explosiones están perfectamente definidos. Además, el juego nos dejará elegir si queremos escuchar las pocas voces digitalizadas que hay en japonés o en inglés (con subtítulos en castellano para ambos casos).

El apartado musical es muy épico, ya solo perdiéndonos en el menú, notaremos como nuestros corazones se llenan de valor como si fuéramos auténticos héroes y las melodías in-game serán muy entretenidas. Lamentablemente, a veces habrá alguna que otra que parecerá que estemos en una rave dándolo todo, con música un poco machacona y discotequera que no viene a cuento.

Un gran juego para los amantes de los retos, si queréis un juego que se os resista, sin duda R-Type Final 2 es una buena opción. Además de tener una gran dificultad, el uso de diferentes naves R-9 con sus diferentes combinaciones de ataques, hacen que el título sea muy rejugable, probando diferentes formas de desafiar al ejercito Bydo. Una gran pega son los tiempos de carga, que esperamos se puedan solucionar en futuras actualizaciones. Pese a esto y a la ausencia de un modo de dos jugadores, se trata de un gran título que ha sabido llegar con fuerza después de casi dos décadas de ausencia.