KAZE AND THE WILD MASKS – ANÁLISIS EN PS4

Hoy os traemos el análisis de Kaze and the Wild Masks para PlayStation 4, un vistoso juego de plataformas desarrollado por el estudio brasileño Vox Game Studio en el que tendremos que ayudar a una conejita de nombre Kaze (o «viento» en japonés) a romper, lo que parece ser, una maldición que asola su tierra natal tras liberar un antiguo mal. Un juego que bebe de los clásicos y casi olvidados plataformeros de los 90s, como son Donkey Kong country, Bugsy the Bobcat o el popular erizo azul, Sonic, solo que mucho más vistoso y bonito gracias a las maravillas de la tecnología actual.

Sabemos que no es oro todo lo que reluce, por lo que la pregunta es, ¿será tan divertido como los antes mencionados? ¡Os invitamos a averiguarlo!

La maldición del anillo

Una breve y caricaturesca introducción sirve de premisa para presentarnos un divertido juego de plataformas que evocará más de un recuerdo a todo aquel que pudo disfrutar de la década de los 90s, época en la que los juegos de plataformas estaban en su apogeo como lo estuvo Dinamite Heady, Tiny Toons Adventures o Sonic the Hedgehog. En dicha introducción, veremos a dos conejos, un chico y una chica (siendo esta última Kaze, la protagonista que da nombre al juego), entrando en lo que parece ser un templo abandonado. Dentro de él, un anillo brilla con destellos de maldad, y es normal, ¡ya que sobre él pesa una terrible maldición! Dicha maldición hace que el compañero de aventuras de Kaze pierda su forma física a la par que libera un antiguo mal que hace que las criaturas de las islas flotantes donde están se conviertan en monstruosas verduras mutantes. Kaze solo puede hacer una cosa, ¡buscar una solución a todo esto y romper la maldición para salvar a su compañero! ¿Será capaz de hacerlo?

Con esta corta y simple excusa, iniciaremos un viaje en un mundo de plataformas donde la precisión en los saltos y los reflejos serán nuestros más preciados aliados. Desde un primer momento será casi imposible no encontrar paralelismos con la azulada mascota de Sega. Kaze y Sonic, aparte de mantener similitudes físicas (ambos son animales antropomórficos) tienen unas mecánicas jugables similares, es decir: plataformas, cristales que conseguir (en lugar de anillos) y esquivar enemigos serán la premisa hasta llegar a final de fase. No obstante, y al contrario que Sonic, Kaze ni acelerará, ni estará amparada por la protección de ningún anillo dorado; Kaze sufrirá del característico one hit – one kill, a no ser que encuentre un potenciador en forma de corazón que hará que aparezca alrededor suyo un espíritu rojo y la proteja un impacto extra (tal como siempre han hecho los escudos protectores de Sonic).

Las habilidades de Kaze serán muy amplias, como buena aventurera, podrá saltar, escalar, nadar, bucear, ir por lianas, agarrar objetos con sus orejas a fin de usarlos como armas arrojadizas, etc. Aparte, tendrá un ataque que hará que gire cual demonio de Tasmania, acabando con todo aquel que se cruce en su camino aunque también podrá eliminarlos saltando sobre ellos. Curiosamente, Kaze no podrá atacar en el aire, en su lugar, si dejamos pulsado el botón de ataque al estar en el aire, Kaze agitará sus orejotas permitiéndole planear hasta que toque tierra. Para compensar esto, contará con un movimiento especial, lanzarse en picado hacia abajo si pulsamos abajo y ataque en medio de un salto. Y para darle más espíritu aventurero y noventero a este plataformas, todo esto se hará haciendo uso tan solo de dos botones, uno para saltar y otro para atacar.

¡Así de sencillo así de fácil!

El objetivo de cada nivel es sencillo, llegar a la meta final y tocarla, y, para facilitar su labor, a mitad de recorrido habrá un checkpoint para que, en caso de morir, continuemos desde ahí, podremos intentar los niveles las veces que haga falta, ya que el juego no tendrá un contador de vidas (¡vidas infinitas!, ¡yuhu!). No obstante, y como aliciente, cada pantalla contará con diversos objetos que podremos recolectar, como es el caso de los cristales rosas, las letras amarillas que forman la palabra K-A-Z-E y las dos mitades del gigantesco cristal verde. Cada una de las mitades de este último se conseguirá en las dos fases bonus de cada nivel y que suelen estar más o menos escondidas. Dichas fases propondrán diferentes desafíos, como son el acabar con una determinada cantidad de enemigos u obtener cristales, todo ello dentro de un tiempo establecido.

Las mencionadas palabra K-A-Z-E, y que al verlas es imposible no recordar las homónimas del Donkey Kong Country, nos darán una gema amarilla en caso de conseguir hacernos con todas. Al finalizar cada nivel y a efecto de resumen, veremos cuantos cristales de cada tipo hemos recolectado, dotando al título de cierta rejugabilidad, sobre todo para todo aquel aventurero completista y/o aguerrido cazador de trofeos/logros.

¿Qué no es mucho decís? ¡Tranquilidad! Ya que si decidiéramos repetir algún nivel acabado veremos cómo nada más iniciarlo habrá un reloj que podremos coger, en caso de hacerlo, entraremos en modo contrarreloj, desapareciendo todos los cristales del nivel y marcando el tiempo transcurrido. Dicho modo tendrá una tabla online para ver quien ha realizado los mejores tiempos a nivel mundial, una forma de exprimir nuestras habilidades con este nuevo modo competitivo.

Los cristales tendrán uso más allá de ser meros coleccionables, ya que en caso de conseguir el amarillo, desbloquearemos la historia del Lore del juego, con bonitos artes que nos contarán el origen de las máscaras, así como del villano del juego. En caso de conseguir las dos mitades del cristal verde en todas las fases de un mismo mundo, desbloquearemos un nivel secreto, exclusivo y único.

Para la obtención del cristal rojo tendremos que hacernos con casi todos los pequeños cristales del mismo color que hay distribuido a lo largo del nivel, digo casi porque el sistema te permite olvidarte de unos pocos. Es importante hacerse con todos para la obtención del verdadero final.

El periplo de Kaze se desarrollará por veintiocho de fases (treinta y dos si contamos los cuatro niveles secretos) de una longitud más que considerada y distribuidos en cuatro mundos, cada uno con su característico enfrentamiento al jefe final. El juego es muy lineal con muy poca exploración, pero, sorprendentemente, muy divertido de jugar y con una curva de dificultad muy ajustada, para que nadie caiga en la desesperación. No obstante, y para los más noobs, cuenta con un modo casual más sencillo de jugar y que incluye más checkpoints y corazones/escudos protectores.

Hay que añadir que pese a que el juego inicialmente puede parecer terriblemente sencillo, a medida que avance se volverá más y más difícil, llegando algunas fases a rozar la desesperación si queremos hacernos con el 100%.

Aparte, y para no hacer el juego excesivamente monótono, Kaze contará en determinadas fases del apoyo de las máscaras que dan nombre al título. Dichas mascaras dotarán a la protagonista de habilidades características al animal que cada una de ellas representa como la del tiburón, el lagarto, el águila o el tigre. Por ejemplo, la máscara del águila hará que pueda volar, la de tiburón bucear, el tigre atacar ferozmente y trepar por las paredes y la del lagarto correr sin control y realizar doble salto.

La orografía de los niveles dependerá de la máscara que se va a usar. De este modo veremos niveles más verticales cuando haya que usar las habilidades de volar o zonas acuáticas cuando haya que nadar. Además, habrá «casualmente» una máscara al lado, sin posibilidad de hacer o repetir la zona con una Kaze «desmascarada». Una pena que los programadores no decidieran poder convertirte cuando quieras para dotar al juego de cierta resolución de puzles, aunque esto dota al juego de frescura y variedad, evitando que el uso de los mismos controles continuamente caiga en la monotonía.

Los niveles tendrán mucha variedad a nivel de  mecánicas, es decir, en algunos tendremos que huir de un tornado que avanza incansable, en otros subir a toda pastilla de plataforma en plataforma antes que nos alcance la lava, otros lanzarnos con catapultas, etc.

Al final de cada mundo, y como hemos dicho antes, tendremos un enfrentamiento con un jefe final, en el que tendremos que exprimir nuestros reflejos a la par que descubrir su punto débil. Serán los característicos jefes que necesitarán de tres impactos para sucumbir y que no dejan sus vulnerabilidades al descubierto ni mucho tiempo, ni fácilmente. Hay que decir que dichos enfrentamientos serán largos e intensos, a la par que divertidos.

Las Islas Cristalinas, mundo en el que se desarrolla esta aventura, serán coloridas al más puro estilo 16bits con un bonito pixel art amparado al uso de tecnologías actuales, esto es, sprites grandes con cero ralentizaciones, una paleta de colores muy rica, scroll suave y melodías agradables de oír.

Como cualquier título de los 90s, Kaze viajará por diversos y variados escenarios con un detallado y cuidado scroll parallax, como son una llanura llena de vegetación, un desierto, una caverna con magma o una zona nevada, además, algunos tendrán variaciones aportando detalles climáticos, como puede ser una noche de tormenta o fuertes y huracanados vientos. Se podría decir, sin lugar a dudas, que el punto fuerte del juego son los gráficos, ya que han cuidado cada pequeño detalle, tanto en escenarios como en la animación de Kaze, que, además de ser fluida y presentar un control preciso, tendrá algunas animaciones extras que dotarán al personaje de cierta personalidad, como por ejemplo son, el ponerse en el borde de un barranco, para que, como Sonic otra vez, haga gestos como de equilibrios, o si nos quedamos quietos un tiempo, como Sonic de nuevo, Kaze se muestre impaciente.

Los enemigos serán diversos y originales, si bien son todos hortalizas mutantes muy bien animadas. Algunos irán desde una monstruosa zanahoria a unos guisantes en grupos de tres, pasando por remolachas voladoras. Como detalle curioso, al ser derrotados volverán a su forma vegetal original, tal como los enemigos de Sonic (otra vez) hacían al ser derribados al liberar algún animalillo del bosque.

Las melodías nos recordarán desde un inicio a las del juego Crash Bandicoot, ya que usa partituras y ritmos similares, mezcla entre aventurero y pícaro. Los temas, aunque discretos, serán muy variados, teniendo un aire despreocupado y alegre, pero sin llegar a ser temas memorables u épicos que nos inviten a ser escuchados más allá de cuando estamos jugando.

Los efectos de sonido no tendrán mucha variedad siendo los habituales de un juego de estas características, esto es, sonidos de salto, pequeñas explosiones, chapoteos… Y serán una cosa del título que pasará totalmente desapercibida.

El juego tendrá gran cantidad de opciones de idioma entre los que se incluye el español, útil solo a modo de los textos explicativos de las opciones y estadísticas al acabar las fases, ya que las secuencias de animación serán mudas, sin conversaciones o texto que explique nada, dejando la narrativa a la capacidad interpretativa del jugador. No obstante, tanto Kaze como el resto de personajes, contarán con pequeños y característicos gruñidos y/o gemidos que les servirá a modo de voz.

Si sois amantes de los ya clásicos juegos de plataforma de los 90s, Kaze and The Wild Masks, sin lugar a dudas, os dejará un muy buen sabor de boca. Además, evocará un grato recuerdo a la par de poner en juego vuestros reflejos y habilidades gamer, ya que irá ganando dificultad a medida que avancemos. Un título muy recomendable, de un género cada vez más difícil de ver en un mundo en que lo poligonal y los mundos abiertos se rigen con puño de hierro. Kaze and The Wild Masks nos ha costado 5 horas para terminarlo al 100% con su consecuente final extra.