Tras 22 años desde el lanzamiento del primer MediEvil, hoy os traemos un reportaje sobre la figura de uno de los más célebres personajes de Playstation: Sir Daniel Fortesque.
Fortesque ha aparecido en los siguientes videojuegos: MediEvil (1998) y MediEvil 2 (2000), ambos para
Playstation 1; un cameo en Everybody’s Golf 2 (1999), también para Playstation 1; MediEvil: Resurrection (2005), para PSP; y, finalmente el remake MediEvil(2019), para Playstation 4.
Su creador original Chris Sorrell, comentaba en una entrevista allá por el 2012, que una de las principales fuentes de inspiración del equipo desarrollador fue la estética de Tim Burton y la icónica película Pesadilla Antes de Navidad (1993), producida por el propio Burton y dirigida por Henry Selick.
Junto con el diseñador Jason Wilson, ambos coincidían en buscar una estética a medio camino entre Burton, Pesadilla Antes de Navidad y el
clásico videojuego de Capcom,
Ghouls’n Ghosts. Además, ambos buscaban que el videojuego tuviese una
ambientación más gótica y oscurilla. Y así fue como nació
la primera versión de MediEvil y su particular protagonista,
Sir Daniel Fortesque.
Pero… ¿de dónde vienen todas estas ideas?
El aspecto visual del juego es el resultado de la fusión entre
las líneas retro de Ghouls’n Ghosts y los
icónicos escenarios y personajes de Tim Burton. Y, a su vez,
Tim Burton se inspiró en los orígenesdel cine,
concretamente en el expresionismo alemán. El expresionismo alemán surge
dentro de las llamadas primeras vanguardias, a principios del siglo XX.
Si queréis conocer más sobre esta particular corriente artística en el cine y
sobre uno de sus actuales seguidores, Tim Burton, os dejamos aquí el
enlace al reportaje.
Fotograma de Pesadilla antes de Navidad (1993).
Dentro del expresionismo en el cine, hay ciertos títulos casi
imprescindibles que merecen nuestra atención, como
El Gabinete del Doctor Caligari (1920), dirigido por Robert Weine –este film fue uno de los grandes
precursores e iniciadores del género–;
Nosferatu (1922), de Murnau; o
Metrópolis
(1927), de Fritz Lang –ya habíamos hablado de Metrópolis en otro post
con motivo del Bioshock, os dejamos aquí el
enlace–. Pensad que estas joyas audiovisuales datan de la década de
1920, lo que las hace todavía más asombrosas –tanto por los
medios y la tan escasa tecnología con la que contaban, como por las ideas que
contenían hace ya 100 años–.
Fotograma de El Gabinete del Doctor Caligari (1920).
Como veis, el germen de esa estética tan particular que podemos encontrar dentro de MediEvil, estaba muy presente en los orígenes del cine. Y, además, en otra figura artística archiconocida en el panorama de la pintura: El Greco. Sí, hablamos de Doménikos Theotokópoulos, más conocido como El Greco. Para hablar del pintor de origen griego, debemos movernos entre 1541 y 1614, en pleno Renacimiento español.
¿Y qué conexión hay entre El Greco, el expresionismo alemán y MediEvil?
Pues… todo. Veréis, El Greco desarrollaba sus personajes con figuras y
elementos muy alargados, haciéndolos mucho más estilizados y de
formas un tanto angulosas. Además, sus personajes solían
aparecer, en ocasiones, afligidos o atormentados, en
escenarios un tanto metafísicos y con otros con cierto
tono espiritual, pero siempre bajo una reinterpretación personal del artista de la realidad.
Como podréis ver en las imágenes –os pongo aquí la
Adoración de los pastores, ya que me parecía muy oportuno teniendo todavía relativamente cerca la Navidad, y la
Vista de Toledo–, en ambas pinturas se aprecia ese uso del claroscuro, tan apreciado
en el cine expresionista, pero sobre todo en la filmografía de Burton.
Con esta técnica se muestran mucho más acentuados los rasgos de
los personajes y del propio escenario, tratando de
magnificar así las emociones, los gestos y los
hechos que tengan lugar en la escena.
Además, podéis apreciar
esas angulosidades en la forma de los personajes, así como también las
figuras excesivamente alargadas y estilizadas. Pero sobre todo, podéis
ver cómo todo está envuelto en esa atmósfera oscura e incluso
opresiva.
Adoración de los pastores (1612-1614) en el Museo del Prado y
Vista de Toledo (ca. 1597-1599) en el MET; El Greco.
¿Os va sonando? Esto mismo es lo que nos encontramos en el
expresionismo alemán, con otro matiz, claro. Y a su vez, en la
estética de Tim Burton, aunque aquí con el componente de la
ambientación gótica. Como veis, esto del arte no deja de ser un
refrito a lo grande. La cuestión es qué ingredientes necesitamos
para cada receta. Y tras esta mala metáfora de cocinillas,
nos vamos de lleno con la figura del antihéroe.
Como hemos visto anteriormente, los protagonistas que suelen aparecer
en este tipo de filmografía son personajes atormentados o
ninguneados, en algunos casos, pero para nada se guían por el prototipo
tradicional de héroe. Es más, el empleo de este tipo de
estética, contribuye a acentuar más estos rasgos que
lo alejan de los ideales heroicos.
Sir Daniel Fortesque es todo un antihéroe por diversos
motivos. Al contrario de lo que sucede con una
figura heroica –que derrocha seguridad por los cuatro costados y
le preceden una buena cantidad de hazañas–, Dan no posee estas
cualidades ni su aspecto se acerca al ideal de héroe.
Pero vayamos por partes. En cuanto al aspecto visual, los
personajes del juego se conciben con
formas angulosas y alargadas, haciendo de ellos figuras
lánguidas y estilizadas. En otros casos, como el de los
ciudadanos de Gallowmere, algunos presentan formas mucho
más voluminosas. Los elementos y los escenarios también
presentan estas mismas formas, haciéndolos más opresivos,
misteriosos y oscurillos.
Este aspecto, un tanto tétrico, también está
presente en Fortesque. Su aspecto visual
apenas denota seguridad, fuerza o carisma –características que todo
héroe que se preste debe tener en su currículum–. Aparece como una figura
lánguida –salvando las distancias que nos deja el hecho de que sea un
esqueleto vestido con una armadura–, con su brazo como
arma principal, salvo que vayamos adquiriendo mejores armas y objetos
durante la partida.
Y, en cuanto a su personalidad… Sabemos que no derrocha mucha
valentía que digamos y es la vergüenza personificada cada vez
que visitamos la Galería de los Héroes. A lo largo de la partida,
casi todos los personajes se mofarán de Fortesque, tanto por su
mala suerte con las flechas como por su escasa o nula valentía en el campo de
batalla.
Como podéis apreciar, Dan no posee los ideales de héroe.
Sin embargo, a pesar de tener todos los elementos en contra, –tanto por su
apariencia como por su personalidad–, el hecho de que encarne el
ideal de la figura del antihéroe hace que funcione a la
perfección dentro del juego. Su humorsarcástico y
su escasa paciencia, además de las mofas que genera frente a su
sentido de la responsabilidad al tratar de
derrocar a Zarok de nuevo, hacen que, como antihéroe,
sea uno de los mejores personajes con el que hemos crecido.
Me ha gustado mucho conocer las inspiraciones que sirvieron en este juego, la verdad es que fui de los que se enamoraron de Medievil cuando salió para PS1 y aunque no entendía bien por qué su protagonista le atraía mucho más que otros personajes principales más "valientes" me tenía enganchado tanto por su apariencia y forma de actuar como por la ambientación que tenía.
Muchas gracias Álvaro! A mí también me encandiló Medievil ya desde la PS1… La estética del juego, la trama en sí y, cómo no, nuestro prota, eran los mejores ingredientes para el éxito que tuvo -aún con los gráficos que había entonces-. Para mí, este título es una pequeña joya, imprescindible y con una suerte de Remake a la altura del primer Medievil. Un saludo!
2 comentarios
Me ha gustado mucho conocer las inspiraciones que sirvieron en este juego, la verdad es que fui de los que se enamoraron de Medievil cuando salió para PS1 y aunque no entendía bien por qué su protagonista le atraía mucho más que otros personajes principales más "valientes" me tenía enganchado tanto por su apariencia y forma de actuar como por la ambientación que tenía.
Muy interesante el artículo!
Muchas gracias Álvaro!
A mí también me encandiló Medievil ya desde la PS1… La estética del juego, la trama en sí y, cómo no, nuestro prota, eran los mejores ingredientes para el éxito que tuvo -aún con los gráficos que había entonces-. Para mí, este título es una pequeña joya, imprescindible y con una suerte de Remake a la altura del primer Medievil.
Un saludo!