LA GUERRA DE CONSOLAS: ¿EN QUÉ NOS ESTÁ CONVIRTIENDO? – OPINIÓN

Hoy os traigo un artículo de opinión sobre la guerra de consolas y en lo que está convirtiendo a la comunidad gamer, más en concreto de la que actualmente tiene lugar, es decir, Sony vs. Microsoft. Se me ocurrió hacerlo tras la ola de haters que se arrojaron el pasado Black Friday a Ubisoft tras un parche que empeoraba las versiones de las dos últimas consolas de Sony. Dicho esto, empezaré con un poco de historia sobre estos confrontamientos y lo acabaré desembocando en la actualidad.

La guerra de consolas no nace siquiera de las predecesoras actuales, ya que el primer enfrentamiento fue en 1972 cuando Magnavox denunció a Atari por plagio, el cual, era el archiconocido Pong, un juego para máquinas arcade que hizo ver al mundo que el mercado de los videojuegos tenía gran potencial. Atari perdió, pero no le supuso gran problema y posteriormente sacó la Atari Home Pong, que se queda con el mercado hasta los 80. Aquí apareció una horda ingente de rivalidad en el sector americano, lo que dio lugar a muchas consolas como la Commodore 64 y una ristra de juegos horribles como el mítico E.T. The Extra-Terrestrial que hizo pensar que los juegos estaban terminados. Aquí es donde vemos por primera vez que la guerra de consolas perjudicó al sector.

Mientras los americanos se peleaban como niños en el patio de un colegio, los japoneses aprovecharon e iniciaron una guerra civil entre las compañías Nintendo, Sega y Microsoft, que a diferencia de Occidente, nos benefició, sacando nuevos sistemas como la MSX, la Master System y la NES, la cual junto con Super Mario salvó los videojuegos en América.

En los 90 seguimos con otras fantasías como la Game Boy o la Sega Saturn y se une al mercado Sony con PlayStation, que gracias al uso cds tiene gran éxito, gracias a que las compañías preferían este formato, pues permitía hacer mejores juegos. Desde aquí conocemos bastante bien la trayectoria, destacando la salida de PlayStation 2 en el 2000 y de Xbox en 2001, lo que daría comienzo a la guerra de la que hoy os vengo a hablar.

Probablemente sí que la hubiera, pero la falta de redes sociales, la media de edad de los jugadores y que nuestra sociedad no se había vuelto tan intolerante en ámbitos tan frívolos, hizo que ni siquiera se percibiera. Además, que he escuchado más de una vez de gente que en su infancia, saltaban entre las casas de amigos para jugar distintos los sistemas y así acceder a todos los juegos. Un ejemplo es Igone, quien en un pasado directo nos comentaba que ella tenía la SNES, una amiga la MegaDrive y otro la SuperSystem, de tal manera alternando la casa de quedada, podían tenerlo todo.

Durante la época de PS2 y Xbox, no podemos decir que hubiera una rivalidad increíble, ya que, aunque la Xbox se hizo un sitio, la PlayStation 2 marca sin duda mucho más el mercado, superando en más de 100 millones de unidades vendidas a la primera. Además, Internet empezó a hacer acto de presencia como medio social de una manera más fuerte, surgieron blogs y webs, que ya empezaban a dar un poco más de guerra con el tema, aunque no era lo suficientemente notorio.

El problema llega con la siguiente generación, en la que Microsoft llega pisando muy fuerte con Xbox 360 y ganando muchos fans. Por su parte, Sony lanza PlayStation 3 y aquí es cuando se empiezan a escuchar comentarios despectivos tipo «Xbox es una mierda», «Xbox no vale nada porque el Internet es de pago», «Xbox solo sirve porque se puede piratear» y un gradual y largo etcétera. Por aquel entonces, los xboxers no tenían las malas pulgas que tienen ahora, mientras que los sonyers sí que eran como ahora. Los foros se llenan de comentarios negativos por parte de los segundos, pero las bondades de la 360 reducen la diferencia de cifras en ventas, dejando los comentarios de lado. Esto es punto negativo porque ya empezamos con actitudes nocivas.

ANÉCDOTA: La verdad es que yo mismo tuve que aguantar el montón chorradas sonyers en mi época xboxer y aunque ahora tire hacia el lado sonyer, defendí, defiendo y defenderé que la 360 es una de las mejoras consolas de la historia.

Y como ya sabéis, el culmen del declive y por consiguiente la fortificación de dos bandos sedientos de sangre de gamer (quizá he exagerado un poco), es la pasada generación, es decir, Xbox One y PlayStation 4. Dios, no hay casi nada salvable en esta generación si hablamos en términos de fandom. Con el anuncio de las nuevas consolas, los sonyers se pusieron las botas hablando de la falta de potencia de la competencia y de su necesidad de estar siempre conectados a Internet, mientras el otro bando hablaba de que también habían caído en el online de pago y poco más. Sin embargo, las tornas cambiaron los últimos años, ya que la cantidad de juegos retrocompatibles de 360 a One y la aparición del Xbox Game Pass, hicieron que los xboxers sacaran el cuchillo y fueran a la yugular. En definitiva, una generación basada en «¡Mira! Soy mejor que tú.»

Al final se ha ido creando una maraña de hate ilógico, basado en un comportamiento infantil, que solo busca compararse y sentirse superior, llegando hasta el punto de gente metiéndose con otra por la consola que tiene y dejando de lado el tema real de conversación, que es el disfrute con los videojuegos.

A todo esto, le añadimos que con el tiempo han ido apareciendo canales de YouTube basados en el odio y las incongruencias que provocan el odio general por parte de las diferentes comunidades. También debemos contar cuentas de twitter más pequeñas que siempre están en boca de alguien por la burrada de turno que han dicho, llegando a provocar mismo efecto que los youtubers haters. Esto quiere decir que nuestra ceguera, nos ha llevado a inspirar canales difusores de odio, lo cual es evidentemente malo.

Sin embargo, nuestra irracionalidad no acaba aquí, sino que sigue con una lista de argumentos absurdos y comparaciones que acaban afectando a terceros. Me vienen dos ejemplos a la cabeza, el primero es con The Outer Worlds y Medievil remake, ya que este último recibió peores crítica que el primero, del cual se hablaba mucho, y de repente muchos se echaron sobre el juego de Obsidian a echar mierda y decir que sus gráficos son una basura. El segundo es el exclusivo de Sony realizado por Sucker Punch Productions, Ghost of Tsushima, que no tenía implementada una animación para subir escaleras y eso hizo a la gente entrar en cólera contra el título.

Llegando al final del tour histórico de irracionalidad, la nueva generación que no lleva ni un mes a la venta, ya ha recibido dos ataques contra la Series X y la compañía. El primero le llegó a la Series X, la cual según parecía, se sobrecalentaba y echaba un humo muy turbio. Pues bueno, ese humo es el resultado de juntar a un hater lumbreras con un vaper. No llego a entender que te gastes 500€ en una consola y que la llenes de humedad con un vaper para dejarla en mal lugar. Además de que no dice nada bueno de ti como persona adulta. 

El segundo y lo que me impulsó a hacer este post, fue debido a un parche que Ubisoft lanzó para Assassin’s Creed: Valhalla, que tenía como idea corregir errores, pero en vez eso, no se debió de programar bien y empezó a provocar problemas como bajadas de frames. Bueno, pues ¿cuál fue la ocurrencia del día? Cargar contra Ubisoft especulando que Microsoft había pagado para que Ubisoft boicoteara la versión de Play… Sí, hay gente, demasiada por lo visto, con ese tipo de ocurrencias. Lanzamiento de consolas y ya hemos tenido un intento de desprestigiar una de ellas y una turba furiosa en RRSS contra una empresa externa.

Con todo lo dicho, ¿esta guerra de verdad es buena? ¿Tiene beneficios o eso quedó en el pasado? Bueno, pues ciertamente sí que tiene un beneficio más que notorio a nivel de usuario, el cual se reduce al precio de los juegos, que si bien es elevado, no suelen tardar en bajar, llegando a auténticos chollos como un juego a 20€ o menos. Está claro que beneficios hay, ha habido y habrá. Es más, creo muy necesaria esta guerra, pero con moderación, ya que, sin competencia, pasaría en todas las plataformas, lo que ocurre con las sagas principales de Nintendo y adiós dinero.

Sin embargo, dicho beneficio parece ser que es a costa de que deje de existir una comunidad gamer sana, ya que, se va volviendo gradualmente más y más tóxica. Cosa que en cierto modo veo normal, puesto que hemos adoptado una actitud y una necesidad de superioridad en un tema tan nimio como éste. A este paso, los consoleros vamos a acabar pareciéndonos a la comunidad League of Legends.

Por otro lado, aparte de que nos perdemos como comunidad, hay un detalle en cual no puedo parar de pensar. Dicho detalle, es la opinión externa hacia nuestro mundillo que se ha tenido durante tanto tiempo, es decir, que los videojuegos son para niños. La verdad, con esta tesitura no podría quitarles la razón, puesto que si nos comportamos como niños a causa de los videojuegos, puede que lleven razón.

En fin, a nivel personal me gusta la guerra de consolas, como algo que nos favorece, pero ver tanta segregación entre gamers, me echa mucho para atrás. En lo personal, no tengo problemas con las etiquetas, siempre y cuando no te las repitan cada cinco segundos. Espero que os guste la foto de arriba como pequeña galería de mandos y ahora, cierro con esta maravilla de parodia de la guerra de consolas:

AVISO: Es un poco fuerte/bizarra.