La Última Gran Estafa
es el remake de una película que no se llegó a estrenar, que el director y
guionista George Gallo ha rescatado para meter en el género de comedia a 3
grandes actores de Hollywood: Robert De Niro, Morgan Freeman y Tommy Lee
Jones. ¿Es suficiente garantía aunar estos 3 oscarizados intérpretes para
que la película sea un éxito? Seguid leyendo para averiguarlo.
En 1982 Harry Hurwitz co-escribió y rodó The Comeback Trail.
Los avatares del destino quisieron que no se estrenara sin embargo, hubo
gente como George Gallo que pudo verla y le debió de gustar tanto que no se
ha olvidado de la película hasta hacer un remake de la misma, dando la
oportunidad de poder visionarla a los espectadores que se quedaron con las
ganas hace casi 40 años así como los de hoy día.
Para la ocasión, George Gallo ha contado con grandes actores de
Hollywood y digo grandes actores porque para el reparto femenino bastaba con
una cara bonita. El único papel relevante femenino es el de Kate Katzman, que tiene unas 6 películas «nisu» en su haber.
Una trama de Hollywood made in Hollywood
La Última Gran Estafa nos presenta a un productor de cine, Max Barber
(Robert De Niro), que lleva junto con su sobrino Walter Creason (Zach Braff)
una productora llamada Milagro y para milagro, que sigan en activo porque
llevan varios fracasos taquilleros y para seguir financiándose, se han
comprometido con un mafioso llamado Reggie Fontaine (Morgan Freeman), a
quien le gustan los beneficios a corto plazo.
Como era de esperar, ante el último fracaso de una película sobre monjas
asesinas, Reggie Fontaine aparece en el apartamento de Max Barber reclamando
nada más y nada menos que 350.000$ que invirtió esperando un milagro.
Engatusando de nuevo a Reggie, Max consigue que le dé 72 horas para
devolverle la pasta.
Ante la desesperación, Max acude al productor de éxito del momento, James
Moore (Emile Hirsch) que le ofrece más, mucho más de lo que necesita a
cambio de que le dé un guion que Max Barber conserva con la esperanza de
poder producirlo algún día, ya que según ambos, esa película sería una obra
maestra sinónima de Oscar.
Para no caer en «spoilers», a partir de aquí la comedia gira en torno
a los engaños e intentos de Max Barber de conseguir dinero por otra vía, por
no ceder el adorado guion a Jimmy y le da largas a Reggie produciendo otra
película protagonizada por una vieja gloria venida a menos, Duke Montana,
interpretado por Tommy Lee Jones.
Descubriendo los registros del humor
No estoy acostumbrada a ver al trío de ases De Niro-Freeman-Jones en
comedias y de las que he visto, como Los Padres de Ella, por ejemplo,
no me han llegado a entusiasmar. Tal vez La Última Gran Estafa intenta ser
otro tipo de humor, más Mejor Imposible que una peli de humor «tonto»,
con todos mis respetos al humor absurdo, me encanta.
Es posible que La Última Gran Estafa se quede a medias entre ese humor
inteligente y el simplón, la historia quiere hacernos reír,
Robert De Niro desea hacernos reír, pero va a depender de nosotros,
los espectadores, que calen más o menos los chistes y gracietas.
¿En mi caso? Me he reído, sí, aunque probablemente no de todos los
comentarios ni escenas graciosas que pretende el film. Como he dicho,
me cuesta ver a De Niro haciendo humor, interpretando a un embaucador
estrellado, torpe. Otros actores de su calibre si me han convencido en otros
registros y eso me hace dudar de la versatilidad de Robert De Niro.
El resto del plantel no tiene la carga cómica que lleva el personaje de
Max Barber por lo que la responsabilidad no se reparte, cae la mayor
parte sobre él.
También toparemos con cierto humor negro y machista fruto de la época en la
que está ambientada la película. Seremos testigos de la superficialidad de
la muerte y de lo amenazante que resulta una mujer mayor con carácter. Como
digo, humor sacado del momento en el que está basado, pero he escuchado
tantas cosas similares, que no tienen el mismo efecto ya.
Un montón de referencias cinéfilas
A lo largo de todo el largometraje no cesan las referencias y citas de
grandes obras maestras del cine por lo que, es posible que si no somos
duchos en el séptimo arte, tal vez no entendamos la referencia a El
Crepúsculo de los Dioses, por decir alguna. Estoy segura de haberme perdido
muchas de estas referencias por no saberme todos los nombres de todos los
intérpretes de joyas de la historia de Hollywood. Solo por eso, esta
película entra en mi lista de re-visionados.
Todo huele a cine en La Última Gran Estafa, la entrada de un cine, la fama y
gloria, los sets de rodaje y todo el equipo… si se centrara más en
el metalenguaje, no sería muy distinta de La Nuit Américaine de François Truffaut, en donde está siempre latente la
necesidad de terminar una película.
Una película para entretenerse
La Última Gran Estafa cumple el cometido de entretener, aunque no creo que
la veamos nominada en los Oscars o recordemos su reparto por este
título principalmente. Creo que a los cinéfilos les encantará, a los que
estén cansados del humor simple, no tanto. No hay gracieta que no se haya
visto en otra obra, dentro y fuera del cine.