Algunas de las mejores cosas de la vida han surgido de mezclar cosas, como un
caramelo y un palo, un mocho y un palo, y más cosas con palos, y ahora estamos
asistiendo a la mezcla de Yakuza y RPG, por lo que hoy os traemos el análisis
para PlayStation 4 de Yakuza: Like A Dragon, lo último de
Ryu Ga Gotoku Studios.
Nuevo protagonista, nueva ciudad, nuevo género
Y una nueva historia que contar, siendo esta vez la primera que recibimos una entrega ‘no numerada’ (recordemos que aunque haya llegado a Occidente bajo el
subtítulo «Like A Dragon», estamos hablando en todo momento de Yakuza 7)
desde la salida de aquel primer Yakuza en PS2, que llega a nuestro país
totalmente subtitulado al español, y repitiendo con un trabajo de traducción
y localización tremendo como hicieron con Judgment.
Nos enfundaremos en el traje rojo de Ichiban Kasuga, un simpático y algo
ceporro joven yakuza en el año 2000, en la última noche del año conociendo
su vida, su personalidad y sus metas. Esa misma noche su vida dará un cambio radical, deberá enfrentarse a una pena de cárcel por un
delito que no cometió, y tras lo que saldrá en pleno 2019, en un mundo que
no entiende y que es muy distinto al que dejó atrás. Similar punto de
partida al que tuvo Kazuma Kiryu, anterior protagonista de la saga, y del
cual no se puede negar que dé resultados, ya que descubrir toda la trama, familias
de la yakuza y personajes a la par que nuestro protagonista siempre ayuda a
ponerse mejor en su punto de vista y encariñarse de ellos.
Tanto para el jugador veterano de la saga, como para el que desea empezar
porque el género RPG sea más de su agrado, o porque la barrera del idioma se
lo impidiese, esta entrega es para todos. Para los que desean continuar con
la saga, es una continuación directa de Yakuza 6 y encontrarán muchas
referencias a juegos anteriores que sacarán muchas sonrisas, y para los
nuevos, pese a ser eso, una secuela, su trama no depende de otros juegos
anteriores y se forja a sí misma desde cero con nuevos personajes aún
apoyándose en lo ya construido por sus predecesores, quizás cueste un poco
al principio por su cantidad de cinemáticas, pero acaba valiendo la pena con
creces.
Y por recalcar un punto negativo del desarrollo de la historia, pasado el segundo tercio de la misma se exige una cantidad de dinero bastante elevada. Por lo que si no te has dedicado a amasarlo en el negocio o mediante farmeo, será una situación que rompe bastante con el hilo de la narración.
¿Hostias como panes? Por turnos, por favor
Llegamos aquí al meollo del asunto, ese cambio de género que a algunos nos
asustó cuando se anunció, y hoy nos ha demostrado que
Toshihiro Nagoshi sabe hacer juegos como nadie. ¿Cómo se pasa
del beat´em up al RPG? Manteniendo todo el carisma de las luchas, todo
el humor y cogiendo todo lo bueno que tenía lo anterior y mejorarlo al
adaptarlo.
Comenzamos hablando de la variedad, la diversidad en todo, si ya en los
anteriores había un sistema que te permitía personalizar tu modo de combate,
especialmente en Yakuza 0 y Kiwami, con su 4 estilos, aquí nos encontramos
una personalización absoluta con el sistema de trabajos, pudiendo jugar con
cada situación, equipamiento, habilidades y stats, y que será justo el nivel
de trabajo el que reporte mayores beneficios a la hora de subirse de nivel. Dicho esto, el juego te alienta a ir cambiando, a probar y encontrar tu
estilo, por lo que encontrar algún arma poderosa, o la mera posibilidad de
forjarla por tu cuenta, necesitar más aliados que puedan curarte, o usuarios
de magia, ya es motivo suficiente para probar.
El entorno es otra variable que podrá jugar a nuestro favor o incluso
condenarnos. Si en nuestro camino encontramos objetos con los que herir a
nuestro rival, el personaje no dudará en cogerlos durante la acometida y
propinar un mayor daño, como es costumbre en la saga. Aunque no va a ser todo
tan fácil, ya que si otro oponente que no es el que hemos fijado, se
encuentra en nuestro camino, puede golpearnos y hacernos perder el turno
para más inri del daño causado, por no hablar de los ataques de área o
incluso los peligros de luchar en una carretera donde los coches puedes
atropellar a cualquiera que se encuentre en medio. Además, como novedad dentro de la
saga, tenemos a varios personajes jugables simultáneos, y que como parte de
la historia, de misiones secundarias e incluso charlas en el mapa, pueden
estrechar lazos y forjar vínculos, que como todo en este juego, puede marcar
la diferencia, tanto aumentar el daño de ataques combinados, como incluso
que un personaje remate al enemigo que has golpeado mientras está en el
suelo durante tu turno.
Y no penséis que por ser por turnos, es darle a un botón y esperar a que vuelva a tocarte, ya que fomenta la proactividad con «Guardia», que desde el menú de comandos sirve solo para cubrirte durante todo un turno, pero si estás atento a los movimientos del enemigo y cuando te va a atacar pulsas en el momento adecuado, te ayuda a reducir el daño, y los dolores de cabeza en ciertos enfrentamientos.
Para agregar tintes roleros nos topamos con la inclusión con el sistema de personalidad de Ichiban, que según tus respuestas a ciertas cuestiones podrá aumentar alguna faceta como la pasión o la inteligencia, y con ello desbloquear habilidades. Otra opción de subirlas será mediante tests en una academia, que van desde la cultura general hasta preguntas de deportes o de la propia SEGA, aunque dé la sensación de que este sistema de personalidad podría haber dado un poco más, algo aporta, y de repetir en próximas entregas esperamos que mejore.
Mención aparte merecen las invocaciones, aquí llamadas con el nombre de
«Mercenarios«, un simple mensaje desde el móvil iniciará una hilarante
escena al más puro estilo de Final Fantasy en la que el aliado, ya sea nuevo
o algún ingenioso cameo del pasado nos ayudará en nuestra aventura. Hay que tener
en cuenta que la primera vez que te ayudan es gratis, pero a las siguiente habrá
que rascarse el bolsillo.
Y por último, toca hablar del punto más divertido del sistema de combate, que
son nada menos que los enemigos a combatir, que llamaremos los
¡Sujimon! Desde el momento en que el Profesor Sujimon nos los
presenta, y durante todo el juego, van a lograr sacarnos risas por todos
lados, es el aspecto que sin duda más ha mejorado en la saga. Pasar de tres
clases de enemigos (normales, grandes y armados) a toda esta variedad, con sus debilidades, sus armas, ataques, drops, etc. Y disfrutarás
más de completar la Sujidex por encontrarlos y disfrutar de sus diseños, que
por el mero hecho de completarla. Nos encontraremos desde los más normales como yakuzas y
gamberros, hasta un masoquista que disfruta cuando le golpeas, un pirata de
dos metros o pervertidos en cajas fuertes a modo de mímicos.
Todos estos encuentros se llevarán a cabo en las calles de Kamurocho y
Yokohama, o en las mazmorras. No se tratan de encuentros aleatorios, por lo
que puedes evitarlos yendo por otra calle, o incluso lanzarte a la
batalla a sabiendas de que ese enemigo es nuevo o te reportará mucha
experiencia. En esta entrega se ha prescindido del modelo de avistamiento
clásico en la saga, donde primero deben verte, procesar quien eres durante
unos segundos, como cuando te saluda alguien por la calle con la mascarilla
puesta y no reconoces quien es, y luego ya perseguirte, y decidir luchar o
darte a la fuga, en Yakuza like a Dragon en cuanto entres en las inmediaciones de un
grupo de enemigos habrá combate sí o sí, y es responsabilidad del jugador
decidir si dar un rodeo por otra calle, o pelear.
¿Quién se habría imaginado que Yokohama daba para tanto?
Estrenamos urbe nueva en la saga, y de unas dimensiones considerables
además, ¿qué sería de un RPG sin un lugar por explorar? Pues ahí es donde
entra Yokohama, mientras que Kamurocho sigue siendo el mismo barrio que
todos conocemos y amamos, esta nueva ciudad en tamaño puede ser
prácticamente el triple de grande. Seguiremos contando con los taxis, ese
viaje rápido por un módico precio, con la diferencia que ahora debemos llegar
a dicha parada de taxi para poder viajar a ella en el futuro.
Como pudimos comprobar con Judgment y Yakuza Kiwami 2, Kamurocho tiene
margen de mejora, pero mucho no puede cambiar, y es por eso que esta nueva
localización exprime al máximo el motor gráfico de la saga, inundando el
mapa de calles, rincones, callejuelas y recovecos en los que buscar algún
que otro coleccionable, material o dinero, y que a excepción de un local que
actúa a modo de guarida para el grupo, una vez cargado el mapa tienes acceso total al mismo sin ningún tipo de tiempo de carga. Esto favorece mucho la
inmersión al poder entrar en tiendas o bares como si de la vida real se
tratase.
Lo que sí que no ha cambiado son las famosas historias secundarias,
con sus dosis de humor, sentimentalismo, y de raritos, que esta vez aconsejo
jugar más que nunca, ya que aunque el envoltorio del juego sea propio de
Yakuza, seguimos estando ante un RPG, y es vital ir mejorando nuestro equipo
y subiendo de nivel, y aunque estas misiones no nos reporten experiencia,
salvo la que provenga de algún combate en la misma, sí que nos obsequiarán
con objetos, equipo, o incluso invocaciones.
No se tratan de historias secundarias como tal, pero como buen RPG, debe haber un sistema de misiones por derrotar enemigos, obtener objetos y salvar a ciudadanos en apuros, es tan esencial como poner un tesoro tras una catarata en un juego de aventuras, y por ello tenemos disponible el trabajo de «Héroe a Tiempo Parcial», con el que obviamente recibiremos recompensas al realizar esas misiones.
Ojalá la vida real fuese tan divertida
Quizás no sea la entrega de la saga con más minijuegos, pero sí es de la que más contenido nuevo ha logrado traernos, y siempre desde la coherencia que aporta a la historia para introducírnoslos, ya sea con el «Battle Royale» entre carros de vagabundos recogiendo latas en la calle, o el de reflotar una empresa a punto de quebrar. Este último se trata casi de una versión mejorada del ya visto en Yakuza 0 para gestionar propiedades, salvo que en vez de realizar tareas mecánicas y dejar pasar el tiempo como en aquel, aquí se trata de gestionar recursos, distribuir el personal ya sea para la jornada laboral o para las juntas de accionistas, siempre según sus parámetros, y todo con el fin de obtener el mayor beneficio.
Mientras que otros minijuegos son fruto de encuentros con secundarios, tales como aguantar despierto viendo películas, parodias de muy buen gusto siempre, de películas reales; y las carreras de karts, con un anfitrión que despertará la nostalgia de más de uno, al más puro estilo Mario Kart o Crash Team Racing, con un toque de locura propio en el manejo de las armas y el diseño de enemigos.Si alguna vez sentiste curiosidad por lanzar un RPG a un luchador de sumo mientras conducías un kart, vas a pasarlo en grande.
Y no faltan los boinas verdes de la saga, los que no faltan a una cita, como el siempre puntual karaoke, y la famosa canción hoy día, por los memes más que nada, de Bakamitai, aunque esta vez no sea con la voz de siempre, pero continua con su pasión y cara de intensito.
Apartados gráfico y sonoro
Aunque lo mencionase antes, cabe recalcar el trabajo vertido con el Dragon Motor que luce esta saga desde hace 4 años, cuando se utilizó por primera vez. Un esfuerzo encomiable en realizar las animaciones faciales, y sobre todo en captura de movimientos, van a ser una de las principales razones por las que no despegues el ojo de la pantalla durante los combates, mientras que los bailes de los enemigos para causarte estados alterados merecen sección aparte.
Y desde Judgment, y obviando la trilogía remasterizada de Yakuza, debe ser una alegría para la comunidad de este país ver que por fin los traen traducidos al español, y doblados al inglés, para los que no sean fans del doblaje original en japonés, que en este caso sigue siendo excelente.
La banda sonora, que sigue dividiéndose entre la ambiental, que normalmente es la más discreta, de haberla; y la de los combates, que siempre sale mucho mejor parada, entre temas potentes y temas correctos que cumplen bien con su cometido en el momento de la acción, aunque luego no sean demasiado recordables. Finalmente, respecto a la música, resulta desolador que desde la inclusión del nuevo motor gráfico renunciasen a hacer los openings y salte directamente la pantalla de título.
Conclusión
Yakuza Like a Dragon es el inicio perfecto para el que esperamos que sea un longevo trayecto en el género y con su protagonista, que aún no siendo el habitual, se sabe ganar nuestro cariño con carisma propio y no queriendo ser un sustituto del anterior. En definitiva, es una gran oportunidad para todo aquel que le llame la atención la saga para iniciarse o para continuar con la saga que tantas alegrías nos ha dado.
Yakuza Like a Dragon está disponible desde el 10 de noviembre para PS4, Xbox One, Xbox Series X|S y PC, mientras que para PS5 llegará a partir del 3 de marzo de 2021. Si te gusta el juego y estás pensando en comprarlo, te dejamos un enlace a Amazon donde poder hacerlo.
Lo mejor
– Una adaptación soberbia al género
– Historia sobresaliente
– Muchas horas de juego tanto de historia como de contenido adicional
Lo peor
– La incapacidad de poder sortear enemigos como antaño
– Sistema de personalidad que se siente desaprovechado
– Imposición de farmeo para avanzar en la historia