Hoy os vengo a hablar de un tema muy controversial en lo que a la saga souls se refiere y que lleva dando mucho tiempo por saco, especialmente desde Dark Souls II: El modo fácil. Antes de ayer se mostró un segundo tráiler-gameplay de Demon’s Souls donde se nos enseñaba el portento gráfico que quería ser el juego principal de Sony al inicio de esta nueva generación, y con él, cómo han evolucionado las mecánicas desde entonces, algunos de los rediseños de los jefes más característicos del título original y una primera vista en general. 

Entonces, al día siguiente, es decir, ayer, Twitter se hizo eco de una noticia «Demon’s Souls no iba a tener modo fácil.» Como podéis imaginar, el sector gamer de twitter ardió hasta tal punto, que «Souls» «Bloodborne» y «Sekiro» fueron siendo tendencia a lo largo de toda la tarde y la noche. Las opiniones eran dispares desde «sería destruir la esencia de la saga» hasta «está bien porque llega a más jugadores.» Evidentemente, alegando en ambos casos ciertos argumentos o no.

Aquí es donde entro yo, vengo a dar mi opinión como jugador de la saga, pero no como pro o como experto, ya que no lo soy. Eso sí, antes de nada, quiero hablar un poquito de la misma. Demon’s Souls, el título original, fue un juego que vino en un época, en la cual el mundo gaming estaba en decadencia en cuanto a lo que a dificultad se refiere. La generación de Xbox 360 y PS3 trajo títulos muy buenos e increíbles, pero que la mayoría mostraban tener un factor en común: Eran demasiado fáciles. 
Resident Evil 5 es un claro ejemplo de un juego que es exageradamente fácil y que realmente no cambia mucho en sus otros modos.

Si bien, había bastantes juegos que te permitían cambiar la dificultad, ya teníamos el caso de que debíamos hacerlo. No solía haber títulos en los que fuera fija y que por ende, fuéramos nosotros los que nos amoldáramos a ellos. Es entonces cuando un estudio japonés, From Software, decide dar un paso adelante y lanzar Demon’s Souls, una entrega cuya dificultad era muy superior a la de los demás. Este fue ideado y dirigido por Hidetaka Miyazaki y desarrollado por el estudio con cierto miedo. En éste y posteriores, lo que el director intenta, es ponernos un desafío de verdad y que tras superarlo, obtengamos una recompensa más que merecida mientras investigamos su lore y escenarios.

El juego fue muy bien recibido y tuvo bastante éxito en Japón. Así que, ocho y casi 17 meses después fue lanzado en América del Norte y Europa respectivamente. El recibimiento por la crítica fue bastante bueno, pero a nivel popular no tanto. Esto no se debía a que la gente lo considerara mal juego, sino que debido a la nefasta y casi nula campaña de marketing que había recibido, fue básicamente conocido por «cuatro pelagatos.» En mi caso, dio casualidad que mi primo era uno de esos pelagatos y lo tenía. Es más, recuerdo entonces, que me dijera que no tocara el juego, que se podía joder la partida. Años después entendería dicha afirmación de la manera más… directa.
Derrotar a este titán es de los momentos más placenteros que hay. Especialmente al ver que es un jefe tan errático y agresivo.

Es entonces, que viendo que no había sido rechazado en ningún momento, se animan a lanzar Dark Souls y contra todo pronóstico, el juego sufre un Boom! y se convierte en un éxito. Todo el mundo empieza a hablar de este título, de lo difícil que es, de sus jefes increíbles y de la satisfacción que supone pasartelo. Fue colocado por IGN en el puesto 18 de los mejores RPGs de todos los tiempos y  posteriormente porteado a PC. De hecho, años más tarde recibiría una edición remasterizada. Aquí ya vemos, que la marca de identidad, es decir, aquello por lo que a nivel popular se les conoce, es la dificultad.

Hasta aquí todo bien. Llegamos a Dark Souls II y la cosa se tuerce. La oveja negra de la familia tuvo muchas quejas por diversos aspectos, pero la mayor fue la dificultad. Antes veíamos que Dark Souls y Demon’s Souls se crearon en torno a un desafío superior, pero había gente que quería jugarlo y les resultaban demasiado complicados. Por lo que From Software, en un juego que no iba a dirigir Miyazaki, sino supervisarlo, planteó la decisión de poner un modo fácil. La idea no duró ni una semana, ya que los fans se les echaron encima y se descartó la idea (En DSIII volvió a pasar, pero no tan fuerte). 

Sin embargo, no se paró del todo los pies a los desarrolladores, quienes implementaron otros métodos para hacerlo más fácil, que eran la gemas de vida (infinitas) y unos jefes más tontos que abundio, que unido al hecho de que Miyazaki se negó a dirigirlo, dieron lugar un título que no le llegaba ni a la suela de los zapatos a sus predecesores y como es evidente, muchas quejas tuvieron lugar. Fue tal desastre, que los dlcs tuvieron un cambio drástico en cuanto al desafío, dándonos jefes increíbles y difíciles. Entre ellos uno de los más complicados de la saga, El caballero del humo.
NOTA: Os dejo un trozo del combate con El Caballero del Humo que grabé.

Al no destruirlos todos, la zona de acción se me ha acotado. Estoy temblando…
Parte 2#DSIIsoftRa #PS4share pic.twitter.com/eQWVnXpRaM

— Spooky Incineroar #BLM (@Lord_Girard) October 19, 2020

NOTA: A partir de aquí voy esbozar una serie de puntos, que os van a hacer ver por donde cojeo. 

Se suceden Bloodborne, Dark Souls III (éxito de ventas) y Sekiro. Tiempo después se anuncia Demon’s Souls y vuelve la polémica. Vista la situación, tenemos que los juegos se han labrado una reputación torno al desafío que suponen y que por ende, quitársela, sería romper aquello que diferencia a la saga de los demás juegos, su seña de identidad. No exclusivamente su esencia, ya que los mundos y el lore del juego son gran parte de ella. Sin embargo, si tú preguntas a cualquier persona, te va decir que lo característico es que son difíciles.
PUNTO I: La saga Souls se crea en torno a la dificultad, labrándose una marca de identidad.



Se alega, que es para que más gente pueda jugarlo, ya sea por falta de tiempo o de capacidad  para superarlo. El punto aquí es que la saga Souls no fue ideada por Miyazaki para que fueran una superventas (aunque la trilogía en total ha venido 27 millones de copias), sino juegos de nicho, cosa que se demuestra cuando ves el rechazo de éste por explotar el éxito de Dark Souls con una segunda entrega apresurada o el hecho de que después de todo lo que han hecho, se lance Sekiro, un juego aún más de nicho. Es más, ha tenido bastantes ventas (+5M) y fue galardonado como Game Of The Year en  los Games Awards de 2019.
PUNTO II: El juego pertenece a Miyazaki y los fans son escuchados según para qué cosa. La intención era dar un desafío y una recompensa a cambio.
Tantear a los enemigos de lejos para ver sus movimientos suele ser una de las tácticas habituales para aprender a jugar cada zona y jefe.

También se argumenta que es para poder disfrutar de la historia y los escenarios. Lo de historia es algo gracioso, porque si de verdad te quieres enterar de ella, debes pasarte el juegos dos veces, ya que la historia es narrada en los objetos y algunos no se pueden obtener hasta un NG distinto o un NG+. Si no tienes tiempo, no te vas a estar leyendo cada santa descripción de las armas, armaduras y otros objetos, y menos te vas a jugar el juego una segunda vez. Lo mismo va por la gente que dice que es muy difícil, si no tiene la paciencia para practicar y aprender porque quiere ir a saco, no se va a poner a leer las descripciones.

En referente a los escenarios, poco que decir. Son muy buenos, aunque en general hay muchos juegos que también los tienen. Por otra parte, esos escenarios son parte de la recompensa por pasarse zona duras, como cuando llegas a la hermosa Anor Londo después de la tortura en la Fortaleza de Sen.
PUNTO III: El tema de historia como vemos es una excusa sin fundamento. Sin embargo, con lo escenarios ya no tanto, aunque sí que es cierto que no sería lo mismo.
De todas las recompensas en los juegos, no hay ninguna como salir de una cueva y ver la hermosa Irithyll del Valle Boreal.

Ahora es cuando digo una cosa por la que medio mundo me mata, pero la saga Souls no es tan difícil como la gente dice. Es una saga más o menos asequible. No diré que no son difíciles, pero gran parte de la dificultad reside en lo desconocido y es que, cuando te conoces el juego y le dedicas su tiempo o ya vienes de otro, la dificultad baja bastante. La cosa es que se quiere ir como un bruto y eso se castiga duramente. Si por el contrario le dedicas tiempo, subes de nivel y te aprendes los patrones enemigos, la cosa cambia.
PUNTO IV: La saga Souls son juegos juegos asequibles, si les dedicamos tiempo y jugamos pensando.
Una cosa más ¿cuántos juegos, no de la saga souls, sino del estilo hay al año? Normalmente uno o dos como Nioh, The Surge o Mortal Shell, que aunque no sean de From Software, nos brindan experiencias muy parecidas. Sin embargo, ¿cuántos rpgs pueden salir al año? ¿50? ¿100 quizás? y ¿juegos en general? Varios cientos. Entonces, ¿tan malo es que haya un solo juego al año que sea soulsborne con todo lo que conlleva?
PUNTO V: Si no quieres jugar éstos juegos porque no tienes tiempo o se te hacen muy difíciles, juega cualquier otro título, pero si bajas la dificultad, dejaría de ser la experiencia souls al completo.
¿Afrontarás Demon’s Souls?

Está más que claro que mi opinión es un NO rotundo en lo que se refiere a la implantación de un modo fácil en Demon’s Souls. Los juegos se crearon en torno al desafío y quitarles dicho desafío, solo supone su extinción. Ya que, su marca de identidad desaparecería y con ello el placer de las recompensas y de superar momentos difíciles.


Si quieres juegos fáciles, juega a otros títulos. Si quieres disfrutar del lore y escenarios, mírate vídeos (a mí el YouTuber Acre me tiene enamorado con sus vídeos de lore-play). Si quieres un juego más corto, no se que haces jugando un rpg. Si quieres la chapita de haberte pasado un souls, coge el mando, plántate en la tele y no te despegues hasta haber conseguido un objetivo cada vez que estés ante el televisor. Una cosa hay que tener clara, si le das tiempo a estos juegos, te verás recompensado, pero si quieres ir de golpe como en otros o esperas 1000 puntos de control, te vas a dar un hostión

Por último, varias preguntas: ¿Vosotros le quitaríais el miedo o los sustos a juegos como Until Dawn o Amnesia? ¿El plataformeo difícil a juegos como Super Meat Boy o Celeste? ¿El parkour en Mirror’s Edge o Assassin’s Creed? o ¿El sigilo en Metal Gear Solid o Splinter Cell? 
No, ¿verdad?
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¿Qué tal? Yo soy Reo y si me estás leyendo es porque has parado en una de mis entradas. Llevo bastante tiempo escribiendo sobre videojuegos, pero más jugándolos. Jugadore de FFXIV: Online, RPGs, Visual Novels, Assassin's, etc. Espero que disfrutéis de mis posts :3

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