Hoy vamos a abordar el tema de los videojuegos y el apartado artístico de la mano de Bioshock. El título derrocha por los cuatro costados una corriente estilística extraída directamente de la Historia del Arte: el Art Decó. ¿Por qué precisamente este estilo y no otro? ¿Qué tiene de particular y cuál es su importancia para que los desarrolladores hayan decidido incluirlo en los escenarios y el aspecto visual del juego? Hoy vamos a dar respuesta a todas estas cuestiones y muchas otras que nos van a surgir a la hora de analizar los escenarios de este gran título.
 
Es posible que igual no hayas jugado todavía al Bioshock. En este caso, no te preocupes, no te voy a hacer ningún spoiler, así que puedes seguir leyendo tranquilamente.

Si no sabes de qué va Bioshock, te pongo al día rápidamente: se trata de un juego en primera persona, con tintes retrofuturistas, una atmósfera cautivadora, oscurista y muy cuidada que hará las delicias visuales de este título imprescindible que no te puedes perder. En cuanto al argumento, no voy a desvelarte nada relevante. Es mucho más enigmático y misterioso si te sumerges (qué verbo tan oportuno aquí) en el juego, perdón, en Rapture -la ciudad situada bajo el agua donde transcurren los hechos-, y dejas que la trama, los escenarios y los personajes te atrapen y vayas descubriendo los secretos que oculta este gran videojuego.

¿Pero qué es lo que hace del Bioshock toda una delicatessen para la vista? El aspecto gráfico sin duda, pero, sobre todo, la elección del Art Decó como estilo para ambientar toda la historia que ocurre en Rapture. Porque este juego, lo vas a disfrutar tanto por la trama y el misterio, como por el aspecto visual, donde han cuidado hasta el más mínimo detalle para darle a Bioshock esa atmósfera realmente interesante. 

Los orígenes del apartado visual del juego: el Art Decó

Portadas de Bioshock y Bioshock The Collection.
Nada más echar un breve vistazo a la carátula del juego, nos encontramos con las primeras pistas de lo que nos aguarda: un cartel metálico, con muestras de óxido, que nos anuncia el estilo retrofuturista que derrochará todo el juego durante la partida. En las versiones de la trilogía, Bioshock Collection, la carátula cambia un poquito, pero manteniendo mismo estilo que la anterior versión para Xbox 360 y PS3, respectivamente. Aquí nos encontramos con un título al más puro estilo Art Decó y una gran torre que emerge del océano, donde aparece –en la parte inferior- una ciudad sumergida, Rapture, cuyos edificios siguen esta misma corriente del Art Decó. Edificios que bien podrían haber sido el Nueva York de principios de los años treinta.
Skyline de Manhattan (ca. 1930)


Y ahora mismo seguramente pensaréis “¿y qué importancia tiene para el Bioshock el Art Decó?”
Pues yo diría que es incluso la base sobre la que se sostiene la trama y el escenario del juego, que, tal como ya os comentaba al principio, es retrofuturista.


Retrofuturismo y Art Decó

El Art Decó nace como estilo en torno a los años veinte del siglo XX. Y como nace en un periodo de entreguerras, es un estilo muy sobrio y muy relacionado con los avances tecnológicos (puesto que todo el mundo ansiaba con poner las miras en el futuro y salir adelante tras la contienda bélica). Y estuvo utilizándose en todas las artes prácticamente entre 1920 y 1939 (fecha en la que estallaba la Segunda Guerra Mundial).
Portadas de Metrópolis (1927).
En ese periodo de los años veinte, surgieron cosas muy interesantes que hasta en la actualidad nos influyen casi directamente. En el cine, en 1927 se estrenaba la película Metrópolis, de Fritz Lang. Es un film en blanco y negro, y sí, es cine mudo, por lo que tendréis que ir leyendo los carteles a lo largo de la película. Pero una vez superado eso, el modo en el que está planteada la cinta es realmente interesante. Os podría casi asegurar con total certeza que, aún a día de hoy, sirve como fuente de inspiración para muchas de las películas que se estrenan en las grandes salas. Hay cosas realmente fascinantes en todo lo que hizo Fritz Lang, pero Metrópolis tiene “algo” que la hace única. Además, si dejamos a un lado el año en el que se filmó, bien podría haber pasado por cualquier película rodada en la actualidad –tal como le ocurre a otro de los grandes clásicos, pero más reciente, Blade Runner (1982)-. En cuanto a su visionado, yo os lo recomiendo encarecidamente, pero ¡ojo! Que dura ¡153 minutos! Si os animáis, haced primero acopio suficiente víveres.
Fotograma de la película Metrópolis (1927).


Veamos la portada de Metrópolis… ¿Os recuerdan a algo esos edificios? A mí sí, a la portada del Bioshock Collection. Y en casi todos los escenarios de la película veréis grandes similitudes con cualquiera de los escenarios diseñados en el videojuego.


Un estética única

Entrada, vestíbulo y zona de ascensores del edificio Chrysler.
Como habéis visto, la clave del estilo de Bioshock radica en el Art Decó. Sin embargo, todo lo que vemos a lo largo del juego no es sólo el más puro estilo de los años veinte. La base esta corriente estilística radicaba en el uso de formas aerodinámicas, futuristas, con ciertos tintes geométricos, pero sobre todo reflejaba un estilo decorativo glamuroso–que bien podía considerarse burgués- y, además, hacía alusiones a la Revolución Industrial. Grandes ejemplos son el edificio Chrysler y el edificio del Radio City Music Hall, ambos en Manhattan.
Exterior, hall y sala del edificio Radio City Music Hall.


Estas son las mismas características que vamos a encontrar en Bioshock, sólo que con un pequeño lavado de cara. El videojuego, llevado a cabo por la antigua desarrolladora 2K Boston/2K Australia, añade unos tintes más oscuristas a los escenarios. Los decorados por donde vamos pasando en el juego, presentan esta misma esencia del Art Decó que veíamos anteriormente. Sin embargo, presa del paso del tiempo, se nos muestran más oscuros y lúgubres, como si algo hubiese acabado con el esplendor y la riqueza de esos escenarios que una vez fueron, en otra época, en otra vida. 
Escenarios del Bioshock.
Desde la perspectiva de primera persona del juego, vamos a disfrutar de muchos detalles realmente fascinantes. La historia nos va a sumergir en los ecos de un pasado remoto, a través de cuyos escenarios iremos dilucidando el motivo, la causa y el abandono de semejantes construcciones cuyas estructuras parecen desafiar a los elementos y al tiempo. El tono predominante en el juego va a ser una paleta cromática oscura, con leves matices de color aguamarina, pero sobre todo azules y verdes oscuros serán los principales tintes de color para estos entornos.
Son realmente inmersivos, ¿verdad?

Como podréis observar, los escenarios del Bioshock nada tienen que envidiar a los interiores del esplendoroso Radio City Music Hall de Manhattan. Es posible que, en otra época y, en otra circunstancia, los interiores de Rapture hubiesen mostrado un aspecto bastante similar. Ahora tan sólo nos queda lugar a la imaginación.

Con la trama tan emocionante del videojuego, los escenarios dan vida a la historia que se va a ir gestando. Vamos a poder recorrer las estancias con una decoración muy cuidada que incorpora elementos ornamentales propios y característicos del Art Decó. Además, en su versión remasterizada, los gráficos del juego mejoran sustancialmente. Lo cual es de agradecer, puesto que el primer Bioshock se estrenó allá por el 2007 -aunque siendo realistas, a esta trilogía los años no le han sentado nada mal respecto al apartado gráfico-.
Interiores del Bioshock. Como véis, siguien la línea del Radio City Music Hall.

Como podéis ver en las imágenes (y los que habéis jugado al Bioshock), los interiores de la cuidad son muy similares a los del Radio City Music Hall. Es un hecho que el Art Decó haya sido la principal fuente de inspiración para los desarrolladores a la hora de crear estos entornos. Además, se trata de una corriente estilística que encaja perfectamente con todo lo que el juego pretende contarnos, así como la trama y el tono de la misma. La elección de este aspecto gráfico ha sido más que acertada, donde se explotan además todas las posibilidades que ofrece en consonancia con la historia del juego.
Escenarios que resultan ser toda una experiencia.

Bioshock te atrapará por muchas razones: la trama, los personajes, las armas tan particulares que vas a poder conseguir, los experimentos, las cintas de radio que te irás encontrando, la dinámica con tintes de shooter y un sinfín de experiencias audiovisuales que disfrutarás en gran medida. Pero es este gran apartado visual el que pone la guinda al pastel. El que hará que te sumerjas en Rapture y te olvides de todo lo demás. El que conseguirá que juegues a toda la colección completa y quieras más.
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Hedonista del Arte y los placeres visuales. Investigadora sobre artes plásticas, nuevas tendencias y gamer a tiempo completo.

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