Hoy os traigo el análisis de Final Fantasy CRYSTAL CHRONICLES Remastered Edition en Nintendo Switch. Siendo el único juego de la saga que hizo aparición en la Nintendo GameCube, Crystal Chronicles marcó un momento importante en la historia de Final Fantasy con un estilo propio nunca antes visto en estos juegos. Simple y sencillo, pero denotando el aquel de la saga, su magia embelesó a los gamers en 2003/04, que decidieron darle una oportunidad a esta aventura tan diferente y tan llena de calma.
Para ello, deberían de llenar un cáliz con las gotas de diferentes árboles anualmente. Debían de ser de distintos árboles a causa de que éstos, daban muy poco extracto, por lo que se veían obligados a buscar más. Es aquí donde entramos nosotros, elegidos como miembros de la legión, nuestra misión será la de transportar el cáliz a lo largo de la región para recolectar la suficientes gotas de mirra. El personaje que manejaremos lo escogeremos entre cuatro razas, las cuales son:
Nos moveremos en un mapa bastante simple con vista tipo «Dios» entre los distintos lugares (imagen de encima). Las zonas se dividen entre pacíficas y mazmorras. No están directamente conectadas y para viajar entre ellas, lo haremos desde el mapa antes mencionado: elegimos el lugar y entramos directamente en éste. Técnicamente existe un tercer tipo de zona, en ellas se conectan las distintas tierras del mapa y para superarlas, deberemos pasar una miasma. La única manera de cruzarla es que el cáliz tenga el mismo tipo elemental que la miasma. Lo podremos cambiar en ciertos puntos de los calabozos.
Hablando de calabozos, éstos están plagados de monstruos a los que la misma no les afecta. Cada una tiene una temática y el lugar donde se puede cambiar el elemento de cáliz, referenciará dicha temática (por ejemplo, unas minas con lava permitirán al jugador cambiar el cáliz al tipo elemental del fuego). Tras superar las mazmorras con sus puzzles y enemigos, nos tocará enfrentarnos siempre a un jefe, el cual tras derrotarlo nos dará paso a uno de los árboles de mirra para completar nuestra misión. Todo esto lo haremos siempre llevando el cáliz, que será movido por un moguri o por nosotros, delimitando el área por la que nos podremos desplazar. Como dato adicional: tras el jefe, una carta de nuestra familia llegará y según cómo respondamos, mejoraremos más o menos nuestra relación con ellos.
Reproduciéndose como un A-RPG, avanzaremos por las mazmorras, valiéndonos de ataques físicos, magia, objetos y la posibilidad de protegernos. Nos moveremos en vista isométrica que unida al tema mazmorras, nos hace recordar a los roguelike, pero sin llegar a serlo. Nos moveremos mucho por el escenario para esquivar a los enemigos, ya que la opción como tal para esquivar no existe, mientras que esperamos al momento adecuado para atacar. El juego premia el uso de magia y ataques cargados con mucho daño, pero para ello necesitaremos tiempo de casteo o carga respectivamente. Eso sí, para realizar estas acciones tendremos un menú con espacios limitados para poner objetos y magias.
Entre otros aspectos a destacar, tenemos que los ataques físicos dependen de nuestras armas, las cuales compraremos a los herreros de las ciudades y pueblos, tras darles un molde o esquema para hacerlas, que obtendremos en las mazmorras. Por otro lado, la magia a diferencia de otros juegos, se podrá conjurar sin coste de PM o limitación de hechizos, ya que la realizaremos tras obtener unos orbes llamados magicita de enemigos y tesoros varios. El problema aquí es que la magicita es un objeto que desaparece tras terminar la mazmorra y por consiguiente deberás volver a obtenerla de nuevo en la siguiente, teniendo en cuenta que los drops son aleatorios. Con esta situación querer llevar un mago puede ser un inconveniente.
Terminamos con la subida de estadísticas. A diferencia de un RPG medio en el que mejoraremos subiendo de nivel y repartiendo puntos entre ella, en Crystal Chronicles de decide obviar el método clásico y recompensarnos con artefactos o la obtención de un objeto de creación tras vencer a un jefe de calabozo. Los artefactos te suben X puntos una estadística, mejoran tu vida o aumentan la cantidad de acción que puedes prefijar. Puedes encontrar otros artefactos a lo largo de las mazmorras, pero al igual que la magicita, solo durarán hasta que la termines. Puedes repetir los calabozos si quieres y conseguir todos los artefactos, aunque no es necesario porque el juego no es muy difícil.
Sin embargo, a veces las cosas no salen como queremos y el multijugador traído es bastante ortopédico en muchos sentidos. Si juegas con amigos, es decir, conocidos, el menú parece un galimatías sin mucho sentido. Si por el contrario, te decides a jugar con desconocidos, el proceso se vuelve mucho más sencillo, ya que solo tienes que seleccionar un atajo, que irá metiendo gente o te meterá a ti en la partida ya empezada, en donde esté el anfitrión.
Hay otros dos aspectos que pueden incomodar la experiencia. Por un lado, tenemos que los objetos no se droppean para cada jugador, sino que es ese para todos, por lo que la situación acaba pareciendo una guerra de a ver quien lo coge antes. Aquí vuelve a aparecer el problema ya mencionado de la magia, ya que las magicitas son un objeto y si a veces cuesta que salgan, tener rivalidad para obtenerlas no es lo suyo. Por otro lado, cuando terminas una mazmorra, la sala se cierra automáticamente y tienes que volver a conectarte, inclusive si juegas con amigos.
Las mazmorras habitúan, como ya dije, a tener un diseño temático, repitiendo elementos entre los distintos niveles de la misma, pero añadiendo algunos nuevos para evitar que el juego resulte repetitivo en cuanto a lo que apariencia se refiere. Los monstruos que encontramos en éstas no tienen grandes diseños, pero su simpleza le queda a la perfección a los lugares, además de, mantener la importancia en el diseño de los protagonistas. El único problema en cuanto a lo personajes, es que tienen dientes de sierra en ambos modos.
Entre otras cosas, los efectos del juego son bastante simples, pero se intercalan a las mil maravillas con los demás elementos, al igual que la interfaz, que está bien posicionada y es bastante pequeña sin llegar a ser imperceptible en algún momento. Añadiendo algún aspecto más, cuando cambias al modo fijo o doc, puedes notar como el escenario resulta mucho más vacío que antes y que además se ve como más sucio, con más defectos.
La música del juego al igual que todos los demás elementos es divertida y animada. Por otro lado, sigue denotando ser un Final Fantasy y posee alguna pieza vocal que no solo destaca por encima de las demás, sino que brilla por luz propia, como puede ser la canción que escuchamos al inicio de nuestra aventura.
Final Fantasy CRYSTAL CHRONICLES Remastered Edition está ya disponible para Nintendo Switch, PlayStation 4, Android y iOS.
– Muy relajante.
– Estilo artístico caricaturesco.
– Música muy bonita.
– Llevar magos puede ser contraproducente.
– Multijugador mal implementado.
En busca de la mirra
Tiempo atrás, una sustancia tóxica conocida como miasma llegó al mundo, vaticinando su fin. Sin embargo, las tribus del momento no se dieron por vencidas y encontraron una serie de cristales que les protegían de aquél horrible humo nocivo. Sin embargo, no estaba todo solucionado, ya que esos cristales solo funcionaban si eran purificados con mirra, un líquido que se debía extraer de los árboles del mismo nombre, una vez al año.Para ello, deberían de llenar un cáliz con las gotas de diferentes árboles anualmente. Debían de ser de distintos árboles a causa de que éstos, daban muy poco extracto, por lo que se veían obligados a buscar más. Es aquí donde entramos nosotros, elegidos como miembros de la legión, nuestra misión será la de transportar el cáliz a lo largo de la región para recolectar la suficientes gotas de mirra. El personaje que manejaremos lo escogeremos entre cuatro razas, las cuales son:
- – Clavate: Tribu acogedora que valora la unidad y la fraternidad. Son sosegados, pacíficos y muy amigos de sus amigos, sean cuales sean sus orígenes.
- – Lilti: Tribu de guerreros veteranos que dirigía el continente, algo que es un orgullo para ellos. A pesar de su naturaleza, controlan la mayor parte del comercio.
Este es el menú de creación de personajes de Crystal Chronicles. |
– Yuko: Tribu de sabios e investigadores muy calmados. Plantaron cara a los liltis con magia. Se dice que sus cuerpos de aspecto etéreo solo son almas que potencian sus conjuros.- – Selki: Los selki son una tribu individualista que se viste con pieles y objetos afanados. Con su agilidad sobrehumana, muchos de ellos se dedican a las fechorías y el latrocinio.
La miasma acecha
Tras una enternecedora cinemática, el juego nos dará a escoger a nuestro protagonista que a diferencia de otras entregas de la saga, aquí podremos elegir algunos aspectos del mismo. Dichos aspectos son la raza, el sexo, la voz, una apariencia entre cinco y uno de los 8 trabajos disponibles. Los trabajos lo que realmente condicionan es la posibilidad de conseguir unos objetos u otros. También tiene en cuenta la relación que tengas con tu familia para su obtención.Esta es una de las regiones de entre las que pasaremos para completar nuestra aventura. |
Nos moveremos en un mapa bastante simple con vista tipo «Dios» entre los distintos lugares (imagen de encima). Las zonas se dividen entre pacíficas y mazmorras. No están directamente conectadas y para viajar entre ellas, lo haremos desde el mapa antes mencionado: elegimos el lugar y entramos directamente en éste. Técnicamente existe un tercer tipo de zona, en ellas se conectan las distintas tierras del mapa y para superarlas, deberemos pasar una miasma. La única manera de cruzarla es que el cáliz tenga el mismo tipo elemental que la miasma. Lo podremos cambiar en ciertos puntos de los calabozos.
Hablando de calabozos, éstos están plagados de monstruos a los que la misma no les afecta. Cada una tiene una temática y el lugar donde se puede cambiar el elemento de cáliz, referenciará dicha temática (por ejemplo, unas minas con lava permitirán al jugador cambiar el cáliz al tipo elemental del fuego). Tras superar las mazmorras con sus puzzles y enemigos, nos tocará enfrentarnos siempre a un jefe, el cual tras derrotarlo nos dará paso a uno de los árboles de mirra para completar nuestra misión. Todo esto lo haremos siempre llevando el cáliz, que será movido por un moguri o por nosotros, delimitando el área por la que nos podremos desplazar. Como dato adicional: tras el jefe, una carta de nuestra familia llegará y según cómo respondamos, mejoraremos más o menos nuestra relación con ellos.
Reproduciéndose como un A-RPG, avanzaremos por las mazmorras, valiéndonos de ataques físicos, magia, objetos y la posibilidad de protegernos. Nos moveremos en vista isométrica que unida al tema mazmorras, nos hace recordar a los roguelike, pero sin llegar a serlo. Nos moveremos mucho por el escenario para esquivar a los enemigos, ya que la opción como tal para esquivar no existe, mientras que esperamos al momento adecuado para atacar. El juego premia el uso de magia y ataques cargados con mucho daño, pero para ello necesitaremos tiempo de casteo o carga respectivamente. Eso sí, para realizar estas acciones tendremos un menú con espacios limitados para poner objetos y magias.
Aquí podéis ver que el personaje de la izquierda a casteado electro contra el enemigo mientras que el de la derecha está usando un conjuro de curación. |
Entre otros aspectos a destacar, tenemos que los ataques físicos dependen de nuestras armas, las cuales compraremos a los herreros de las ciudades y pueblos, tras darles un molde o esquema para hacerlas, que obtendremos en las mazmorras. Por otro lado, la magia a diferencia de otros juegos, se podrá conjurar sin coste de PM o limitación de hechizos, ya que la realizaremos tras obtener unos orbes llamados magicita de enemigos y tesoros varios. El problema aquí es que la magicita es un objeto que desaparece tras terminar la mazmorra y por consiguiente deberás volver a obtenerla de nuevo en la siguiente, teniendo en cuenta que los drops son aleatorios. Con esta situación querer llevar un mago puede ser un inconveniente.
Terminamos con la subida de estadísticas. A diferencia de un RPG medio en el que mejoraremos subiendo de nivel y repartiendo puntos entre ella, en Crystal Chronicles de decide obviar el método clásico y recompensarnos con artefactos o la obtención de un objeto de creación tras vencer a un jefe de calabozo. Los artefactos te suben X puntos una estadística, mejoran tu vida o aumentan la cantidad de acción que puedes prefijar. Puedes encontrar otros artefactos a lo largo de las mazmorras, pero al igual que la magicita, solo durarán hasta que la termines. Puedes repetir los calabozos si quieres y conseguir todos los artefactos, aunque no es necesario porque el juego no es muy difícil.
Este es un árbol de mirra produciendo una gota, cinemática que veremos muy a menudo. |
¿Miasma portátil o mejor fija?
Hablando del tema que suele importar bastante a los jugadores de la consola híbrida de Nintendo, la diferencia entre modos, tenemos que el juego en principio se puede jugar sin mayores problema de ambas formas. Sin embargo, sí que es cierto que portátil es más cómoda y se adapta mejor, lo cual se debe a la simpleza en general del juego y a que resulta más rico cuando lo juegas con la pantalla entre las manos.Multijugador, una sombra de lo que fue
Este es el elemento más importante que tuvo Final Fantasy Crystal Chronicles allá por 2003/04, si bien no fue el primero en permitir multijugador, ya que un año antes se había lanzado Final Fantasy XI Online, sí que demostró tener bastante más éxito que éste. Jugar una aventura divertida y pacífica con tus amigos, era por aquel entonces algo muy destacable. Eso es lo que esperábamos, en un principio, encontrar en este remaster para Switch.Sin embargo, a veces las cosas no salen como queremos y el multijugador traído es bastante ortopédico en muchos sentidos. Si juegas con amigos, es decir, conocidos, el menú parece un galimatías sin mucho sentido. Si por el contrario, te decides a jugar con desconocidos, el proceso se vuelve mucho más sencillo, ya que solo tienes que seleccionar un atajo, que irá metiendo gente o te meterá a ti en la partida ya empezada, en donde esté el anfitrión.
El multijugador con cuatro puede resultar caótico a veces, pero eso lo hace muy gracioso y entrenido. |
Hay otros dos aspectos que pueden incomodar la experiencia. Por un lado, tenemos que los objetos no se droppean para cada jugador, sino que es ese para todos, por lo que la situación acaba pareciendo una guerra de a ver quien lo coge antes. Aquí vuelve a aparecer el problema ya mencionado de la magia, ya que las magicitas son un objeto y si a veces cuesta que salgan, tener rivalidad para obtenerlas no es lo suyo. Por otro lado, cuando terminas una mazmorra, la sala se cierra automáticamente y tienes que volver a conectarte, inclusive si juegas con amigos.
Una tierra de paz
Con estilo artístico inspirado en el noveno título de la saga, la apariencia caricaturesca que posee el juego le da un factor amigable y fantasioso que le sienta de perlas. Por el 2003/04 el título tenía muy buena apariencia, pero el ver que han mejorado notablemente las texturas y los contornos, unido a lo ya dicho, hace que la aventura goce de un sentimiento felicidad y tranquilidad sin igual a medida que la juegas.Las mazmorras habitúan, como ya dije, a tener un diseño temático, repitiendo elementos entre los distintos niveles de la misma, pero añadiendo algunos nuevos para evitar que el juego resulte repetitivo en cuanto a lo que apariencia se refiere. Los monstruos que encontramos en éstas no tienen grandes diseños, pero su simpleza le queda a la perfección a los lugares, además de, mantener la importancia en el diseño de los protagonistas. El único problema en cuanto a lo personajes, es que tienen dientes de sierra en ambos modos.
Os dejo un vídeo en el que podéis ver más claramente la comparativa entre gráficos de GameCube y Switch. También tenéis la pieza vocal que os menciono más abajo.
Entre otras cosas, los efectos del juego son bastante simples, pero se intercalan a las mil maravillas con los demás elementos, al igual que la interfaz, que está bien posicionada y es bastante pequeña sin llegar a ser imperceptible en algún momento. Añadiendo algún aspecto más, cuando cambias al modo fijo o doc, puedes notar como el escenario resulta mucho más vacío que antes y que además se ve como más sucio, con más defectos.
La música del juego al igual que todos los demás elementos es divertida y animada. Por otro lado, sigue denotando ser un Final Fantasy y posee alguna pieza vocal que no solo destaca por encima de las demás, sino que brilla por luz propia, como puede ser la canción que escuchamos al inicio de nuestra aventura.
Conclusión
Es grato ver que han rescatado un juego tan querido como Final Fantasy Crystal Chronicles de la vieja GameCube y volver a jugarlo puede traer muchos recuerdos nostálgicos a los jugadores de antaño, aunque quizá los nuevos no lo vayan a disfrutar como se debería. En sí es un juego muy ameno con bastantes mejoras gráficas a pesar de los pequeños dientes de sierra y con un banda sonora genial, además de que viene traducido al español. El mayor problema es que las mecánicas están un tanto desfasadas, lo cual le puede pasar factura junto con un multijugador mal implementado.Final Fantasy CRYSTAL CHRONICLES Remastered Edition está ya disponible para Nintendo Switch, PlayStation 4, Android y iOS.
Lo mejor
– Factor nostalgia.– Muy relajante.
– Estilo artístico caricaturesco.
– Música muy bonita.
Lo peor
– Mecánicas desfasadas.– Llevar magos puede ser contraproducente.
– Multijugador mal implementado.