De mano del equipo desarrollador Frogwares, a quienes conocemos de títulos como Sherlock Holmes: Crimes and Punishments y de los más profundos relatos de H. P. Lovecraft, nos llega ahora The Sinking City, inspirado claramente en los relatos de Cthulhu,  un juego en el que han sabido plasmar a… ¿la perfección? Ahora lo veremos con el análisis de este juego.

La historia

Como hemos dicho antes, The sinking City está basado en los mitos de Cthulhu de H.P Lovecraft, concretamente en la ciudad imaginaria de Oakmont, Massachusetts, durante la década de 1920. En el juego encarnaremos a Charles W. Reed, un investigador privado a quien le acosan unos aterradores sueños acerca de una inmensa criatura en el mar. Precisamente el conocimiento de estas visiones es lo que hace a Robert Throgmorton contratar a Charles para investigar dichos sueños, ya que parece que los habitantes de la isla de Oakmont también tienen sueños similares.
 
 
Posteriormente conoceremos a diversos miembros de la isla, a cada cual más particular, con sus propios problemas, terminando sumergidos en una interesante trama de misterio, suspense y ocultismo.
 

Jugabilidad

The Sinking City parte con la misma premisa que su antecesor, Sherlock Holmes, investigar, ir en sigilo y finalmente dar con la resolución de un crimen. Centrándonos en lo que es el modo de juego, como forastero, estás en una tierra abandonada de la mano de Dios y donde todo el mundo es sospechoso de todo. Por ello, te ven como un problema o un enemigo, contarás con pocos aliados, por no decir ninguno, más allá de nuestra libreta para anotar las pistas y la forma de enlazar éstas.
Si sabéis un poco de los mitos de Chtulhu estaremos emocionados del todo: un lugar decadente, con gente extraña, se huele el ocultismo por doquier y, los versados en dichos relatos, sabemos que en realidad se trata de un lugar ancestral con un mal primigenio en su cuna.
Como mencionamos anteriormente, como forastero estaremos solos, lo cual le añade cierta inquietud adicional… suena bien, ¿verdad?, sin embargo, a la larga termina cansando este lugar vacío y carente de vida que se termina convirtiendo en un mero paraje por el que desplazar a nuestro personaje para ir de una misión a otra, y aunque esta sensación tarda en llegar cuando empiezas a jugar, termina llegando.
Tal como avisa el juego al empezar, el desarrollo de la historia la irán tomando nuestras decisiones, por lo que sospecho que hay varias formas de resolver los puzles y como conclusión, diferentes desenlaces,  los cuales son los que afectan a la historia principal (como siempre, ligeros cambios sin desviarse demasiado de la trama principal).
 
 
Cuando hagamos nuestras labores de investigador privado, tendremos que descubrir dónde se ocultan los objetivos, analizar pruebas buscando en archivos policiales o incluso revisar la hemeroteca para localizar nuestro próximo lugar de visita. Así que para los amantes del género, de inspeccionar y hurgar en documentos y archivos, es el juego de su vida.
Pareceremos auténticos detectives, mientras paso a paso amplías tu información del lugar. Todo ello aderezado por el entorno inspirado en los relatos de H. P. Lovecraft, sin embargo, a medida que avanza la trama y deseas que siga sorprendiendo… Se desinfla y terminaremos perdiendo el interés debido a que al final todo se basa en repetir lo mismo una y otra vez. Recordad, la rutina mata…
¿Recordáis el clásico de la Gamecube que Silicon Knight nos brindó? Sí, acertastéis, no hablamos de otro más que de Eternal Darkness, otro título inspirado en las obras de Lovecraft, y que es imposible de no comparar debido a las similitudes en cuanto a la ambientación. En Eternal Darkness pudimos vivir cómo es la sensación de estar presos de la locura, que de repente vayas andando y que se te cayera la cabeza o te saliera un aviso de partida borrada, e incluso que empezara a caer sangre de las paredes.
 
 
En The Sinking City nuestro protagonista sufrirá de extrañas alucinaciones, las cuales ,se tratan más que otra cosa de un efecto narrativo más que de un añadido a la jugabilidad, es decir, hay cosas que afectan a la jugabilidad como que se nos nublará la visión, nos temblará el pulso en el apuntado e incluso, en momentos críticos saldrán algunas criaturas que podrán dañarnos. Sin embargo, si tomamos cierta medicina todos estos efectos se disiparán; lo cual le resta encanto al juego ya que lo convierte en una excusa para usar consumibles.
Centrándonos en la investigación de un crimen, para resolverlo, tendremos que explorar el lugar de los hechos y dar con las pistas que nos ayuden descifrar lo ocurrido. Manchas de sangre, fotografías, notas de texto, el arma homicida… Incluso podremos hacer uso de las visiones del protagonista para poder ver trozos o fragmentos de lo acontecido, y de esta forma,  resolver el crimen.
Con las pistas clave entrarás en una especie de estado de ensoñación donde, a través de ecos del pasado, tendrás una visión más clara de los hechos. ¿Tu tarea? Establecer el orden de la secuencia. No es muy difícil y es algo que a corto plazo te deja con ganas de más. Y hay responsabilidades, ¿te has dejado una pista?,Igual eso te lleva a actuar erróneamente (y aquí es cuando llegamos al cambio en el desarrollo de la historia que comentamos anteriormente).
También tendremos un lugar en el menú llamado “palacio de la mente” donde se reúnen pistas, fechas, eventos… Situaciones que podremos agrupar y dar forma para llegar a una conclusión. Esto determinará la forma en que se resuelven algunas misiones, por ejemplo, acabar la misión sin dañar a alguien, o al contrario, enfrentarnos a hordas de enemigos.
En el aspecto de los enfrentamientos, como todo buen survival, hemos de recalcar el déficit de munición que este tiene, obligándonos a hacer muchas misiones ya que suelen tener como recompensa preciadas balas para nuestro arma. Aparte también con los objetos pertinentes podremos fabricar munición.
El juego emociona, y mola tener esa sensación gratificante de haber resuelto un crimen (esperemos que correctamente xD). Pero al final, ya, eso es todo, haciendo caer el título en algo repetitivo. Por fortuna lo salva la historia principal, que no podemos negarlo, es interesante y atrapa bastante, y con ello es motivo más que suficiente para seguir jugando hasta dar con el desenlace de la misma.
Hemos mencionado anteriormente que el juego cuenta con sigilo, pero es muy puntual y no es que saque de mucho, si tiene que haber una pelea… La habrá, da igual cómo te acerques o como elimines el objetivo, con lo cual se pierde un poco el sentido de la mecánica.
 

Apartado gráfico

Hablando brevemente del apartado gráfico (que como veis no es en lo que nos hemos centrado principalmente) es, llamémoslo, correcto. Sin hacer grandes alardes técnicos, ni tener pretensiones de ello, el juego cumple,  pero sí que da la sensación de estar ante un juego de finales de la generación anterior. Las expresiones faciales son correctas, al igual que los modelados 3D de los personajes.
 
El escenario es un lugar de lluvia perpetua, que son recursos que tienen cierta carga gráfica, no como en Silent Hill, que la niebla se usó inicialmente para cubrir el escaso potencial gráfico de PSX.  Está muy bien recreado, así como la banda sonora, que cumple perfectamente con las diversas situaciones del juego, además, recordemos que según decía el compositor Akira Yamaoka (Silent Hill) “el silencio en determinados momento de un videojuego es también una forma de música”.

Conclusión

Para terminar, si os gustan las aventuras de investigación con trama de misterios y toques de terror psicológico, The Sinking City es vuestro juego. Hay que tener en cuenta que se encuentra limitado en algunos aspectos, pero aún así estoy seguro de que os atrapará en su apasionante historia.Si te gusta el juego y estás pensando en comprarlo, te dejamos un enlace a Amazon donde poder hacerlo.

Lo mejor

  • Historia que te atrapa
  • Ambientación del juego
  • El reto de la investigación

Lo peor

  • Situaciones algo repetitivas
  • Mecánicas desaprovechadas (sigilo)
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Los videojuegos, cine y música son mi pasión. Empecé a jugar con mi MSX y Game Boy, pasando a Megadrive para luego jugar a las consolas de Sony, de modo que mi base jugona es muy pixel art. Encantado de colaborar aquí y donde sea con tal de transmitir esta pasión al resto de la gente.

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