Llegado desde la iniciativa
La historia
“Hubo una vez un extraordinario lugar en el que los magos más prodigiosos del mundo se reunían para determinar quién era el más hábil y audaz de todos ellos.”
Con esta premisa, contada mediante un libro de cuentos ilustrado al puro estilo fantasía épica, inicia la historia. Un mundo perfecto donde los magos se enfrentaban noblemente para conseguir el título de ser el mejor mago del reino, aunque este mundo se ve emponzoñado por la llegada de una arrogante élite que reclama ese honor solo para ellos. Así que a modo de rebeldía contra la élite, un pequeño grupo decide formar su propio torneo para demostrar quién manda aquí.
Vale, sí, la historia no se va a llevar ningún premio a la originalidad, pero sinceramente que exista una introducción en este tipo de juegos, se agradece. Que parece que hayamos venido aquí sólo por las tortas (que también).
Aún así, aunque un poco escondido en el menú, el juego nos deja conocer un poco a los doce protagonistas de Wizards Tourney y su trasfondo.
Doce magos, brujas, hechiceros, chamanes, encantadoras y todo tipo de conocedor de las artes mágicas nos de quienes nos cuentan brevemente su historia y su motivación para participar en el torneo. De este modo podemos elegir a quien más coincida con nuestros gustos y no solo guiarnos por la apariencia, que ya se sabe, a veces puede llevar a error.
La jugabilidad
Wizards Tourney es un party-game de 1 a 4 jugadores, donde cada uno lucha por ser el mejor. El juego consta de siete mini-juegos y cada uno puede durar de una a tres rondas, siendo el ganador el que al final de las siete pruebas, más rondas haya ganado.
El juego se puede jugar con bots o con amigos de manera local, siendo esta última la más divertida, aunque no necesariamente la más difícil.
El juego se puede jugar con bots o con amigos de manera local, siendo esta última la más divertida, aunque no necesariamente la más difícil.
Para ganar, tendremos que fastidiar a nuestros rivales en su intento por ganar también. Cada mini juego tiene su método, ya sea empujarlos por el borde, dispararles magia, sabotear su caldero… En definitiva, un sinfín de posibilidades para picarte con tus amigos y que alguno se enfade y se lleve la consola debajo el brazo.
El control se puede describir como ultra sencillo. Stick analógico para movernos y el botón X para cualquier tipo de acción. Es tan sencillo que no hay ninguna opción para cambiarlo o editarlo. Así como ningún tutorial o mapa de controles para adecuarnos a ello.
Un punto a favor de los desarrolladores es que podemos jugar cuatro personas con solamente dos mandos, habilitando la función mando compartido donde un jugador usa el analógico y gatillos izquierdos y el otro los contrarios. Lo hemos probado y la verdad que es bastante fácil adaptarse y empezar a dar caña rápidamente. Una solución muy inteligente para evitar tener que pedir a tus amigos que se traigan los mandos o por si alguno falla en un momento determinado.
Hemos echado en falta un poco más de ayuda al jugador para saber qué hacer una vez que presionas jugar. Se dan muchas cosas por sabidas y no todo el mundo es tan avispado como pueden creer los desarrolladores.
Una vez dentro del juego, antes de cada fase, si tenemos un pequeño tutorial de cómo jugarlo y qué botones usar, un poco confusa y que te invita a darle a siguiente y aprender jugando a base de ensayo y error.
Esto último hace que, precisamente las primeras rondas del juego, no sepas muy bien lo que estás haciendo, ni como se gana, ni donde tienes que ir o qué tienes que hacer. Sin embargo, una vez que has dado un par de vueltas a todos los mini-juegos, ya puedes empezar el camino para convertirte en una auténtica estrella.
¿Cómo está hecho?
Pese a ser un juego bien sencillo a priori, se nota que está bien trabajado a nivel artístico, diseño y técnico. Con personajes bien diferenciados entre sí, escenarios coloridos, menús que se entienden y no aburren, control fluido y responsivo y programación sin bugs (que hayamos encontrado).
Las animaciones son excelentes para el nivel de detalle en el que se mueven. No nos da la sensación de mover monigotes sin unión con el escenario. Los bailes de la victoria de cada protagonista al final de cada ronda son únicos, divertidos y con mucho carisma.
En el apartado musical cabe destacar una banda sonora muy agradecida, no se hace repetitiva y le da mucha inmersión a cada fase. Los efectos de sonido son apropiados y bien definidos. Echamos de menos alguna vocecilla de los personajes, gritos o provocaciones, pero tal como está, lo aceptamos igualmente.
Nadie se esperaría de un juego indie como este que los detalles estuvieran tan cuidados en todos sus aspectos. Un 10 para el equipo.
En el apartado musical cabe destacar una banda sonora muy agradecida, no se hace repetitiva y le da mucha inmersión a cada fase. Los efectos de sonido son apropiados y bien definidos. Echamos de menos alguna vocecilla de los personajes, gritos o provocaciones, pero tal como está, lo aceptamos igualmente.
Nadie se esperaría de un juego indie como este que los detalles estuvieran tan cuidados en todos sus aspectos. Un 10 para el equipo.
Conclusión
Wizards Tourney es un juego muy divertido, y una vez que le coges el truco es perfecto para engancharse durante horas. Ya sea para derrotar al bot más chetado o para pasarlo bien con los otros humanos que te acompañen.
Se puede jugar desde muy temprana edad y fomenta una competitividad sana y nada tóxica, donde no necesariamente gana el más hábil con el mando si no que también recompensas al más inteligente.
Lo mejor
– Diversión casi inmediata.
– Variedad de personajes de distintos géneros, razas y/o religiones.