Mucho ha llovido desde que la liante de Igone me propuso ir a Alemania a visitar la Gamescom y oye ¿por qué no? Así pues, nos decidimos a ir y nos plantamos en Colonia allá por el 2015. Aparte de ver la ciudad de Colonia y Düsseldorf pudimos visitar la feria el día de prensa, que a decir verdad tampoco había mucha diferencia con un día normal porque la gente se llevaba sillas y todo para las colas…
Pero bueno, tras dar una vuelta llegamos a la zona indie de Xbox y nos encontramos con un juego que nos llamó la atención por su estética y su jugabilidad, como imaginaréis estoy hablando de Cuphead, de cuyo puesto de juego nos tuvieron que echar porque ya llevábamos mucho tiempo muriendo xD. Tras todo este tiempo el título de Studio MDHR ha llegado al mercado para Xbox One y PC y nos hemos propuesto contaros nuestra historia con el Diablo en este análisis.
Omitiendo la originalidad de la propuesta vamos a comenzar por el principio de la historia, una historia que está protagonizada por Cuphead y Mugman, dos simpáticas tazas a las que les va mucho los juegos de azar y que deciden jugarse sus almas con el Diablo y como todos sabemos ‘más sabe el Diablo por viejo que por Diablo’ así que nuestras queridas tazas acabarán perdiendo, peeeeero podrán recuperarlas si se dedican a ajustar cuentas con todos los que le deben algo al Diablo y oye dicho y hecho, ¿quién quiere perder su alma?
Tras esto pasaremos por el tutorial del infierno en el que si os pasa como a mí pareceréis tontos por no leer las instrucciones, pero pasado este mal trago de sentiros inútiles como jugadores comenzaremos nuestra andadura en un mapa en perspectiva cenital donde podremos ir viajando a través de sus 3 mundos (más el final) y seleccionando diferentes pantallas donde nos espera un enfrentamiento épico y frenético que no dura mucho, a decir verdad 2-3 minutos, pero que requerirá de toda nuestra atención para evitar que nos den algún toque y que no consigamos nuestro objetivo.
Cada jefe tiene a lo largo del enfrentamiento una o varias transformaciones que le hacen más peligroso. Lo más importante para ganar el combate es memorizar el patrón, al menos así lo hice yo y se me hizo más fácil, porque si a lo complicado que es estar atento a cada posible bolita que nos disparen, le sumamos que sólo tenemos 3 toques de vida prácticamente hay que hacer partidas perfectas.
Vamos, que Cuphead es un juego que pondrá a prueba vuestros nervios, vuestra agilidad visual y vuestra rapidez a la hora de apretar los botones, eso sí, que la duración de cada combate sea tan corta le aporta ese toque de adicción que hace que te piques y que quieras acabar con el jefe a toda costa, lo que lo convierte en divertido y entretenido a partes iguales.
A lo largo del título también habrá otros niveles que no serán jefes propiamente dicho, sino que estarán llenos de enemigos y en los que podremos encontrar monedas para poder comprar armas, aunque claro, todo tiene su precio porque si nos compramos una vida extra nuestros disparos harán menos daño o si nos compramos un arma que apunte sola pues pasará tres cuartas de lo mismo. Podemos llevar varias armas en el inventario y cambiarlas en pleno combate, así que a pesar de que tengan estas pegas puede que algunos momentos sí nos sean de utilidad.
¿Cuphead o Mugman?
Como os dije en un primer momento la historia de Cuphead se basa en conseguir las almas de los jefes finales y en el juego podemos elegir entre dificultad fácil y normal, pues bien, si optáis por la primera no conseguiréis las almas y por tanto no podréis acceder al casino a ajustar cuentas con El Diablo. El juego también cuenta con un modo multijugador en modo local que hace aún más si cabe que sea divertido y le añade ración extra de pique con tu compañer@ de quien podrás echar pestes si es un paquete como la mía xD.
Dejando de lado la parte jugable es inevitable hablar de su estética, que a mí particularmente me encanta porque me gustan mucho los dibujos animados y si son de estilo antiguo más aún. Cuphead cumple con creces este apartado con unas animaciones perfectas y unos efectos que emulan el estilo retro.
La banda sonora también está acorde con el estilo de juego que buscaban sus desarrolladores y no se les puede poner ninguna pega al respecto. Por último y para terminar voy a ponerle una pega (no podía ser yo si no sacaba algún pero xD) y es que Cuphead tiene textos y voces en inglés y si bien a mí me da un poco igual porque tampoco es que haya que leer mucho, por este preciso detalle me hubiera gustado que al menos los textos vinieran en español.