Uno de los juegos más recordados de los años 90 es Aladdin, el título basado en la película de Disney que llegó a las tiendas en 1993 y que tuvo varias versiones, en concreto seis (Sega Mega Drive/Genesis, PC, Super NES, Sega Master System/Sega Game Gear, GameBoy y NES) y todas diferentes entre ellas salvo la de MegaDrive y PC, que sólo varían en las melodías de fondo. Nosotras analizaremos la versión de Sega Mega Drive, pero al final del post os haremos un resumen de las diferencias con la versión de Super Nintendo.
Como ya hemos comentado al tener varias versiones también contó con varios desarrolladores, aunque en nuestro caso el que nos interesa es Virgin Interactive que también se encargaría en años posteriores de desarrollar otros títulos como El Rey León. Precisamente fue con el juego que estamos analizando cuando la compañía creó la técnica conocida como Digicel, un proceso por el cual podían utilizar los dibujos y las animaciones creadas por los animadores de la película como sprites y dar una sensación de movimientos fluidos similares a los del largometraje. En resumidas cuentas, es una técnica que permitía pasar los dibujos a gráficos dando una naturalidad nunca vista en la época.
De rata callejera a príncipe
Aladdin, al igual que la película, nos cuenta la historia del joven. Nos introduce en el juego con una pequeña pantalla de texto y a continuación comenzamos en las calles de Agrabah. Entre una pantalla y otra no hay demasiada detalle pero si habéis visto la película no os resultará difícil seguir el hilo.
Iremos pasando por todos los escenarios míticos de la película como el ya mencionado bazar, la cueva de las maravillas o el palacio del Sultán para finalmente conseguir el corazón de Jasmine.
¡A manzanazo limpio!
El título de Virgin es un juego de plataformas con 10 niveles en el que nos meteremos en la piel de Aladdin. En función del escenario en el que nos encontremos habrá enemigos de varios tipos como animales o soldados de la guardia a los que podremos combatir tirando manzanas o con nuestro sable. A medida que avancemos por la pantalla podremos recoger dicha fruta o el famoso diamante en bruto, una joya que nos servirá para obtener las vidas que vende el mercader.
Aladdin cuenta con tres niveles de dificultad que sólo nos limitan en el número de vidas y la fortaleza de los enemigos, pero hay que admitir que a medida que pasemos de nivel y sobre todo en las fases finales si vamos justitos de vidas puede que se nos haga cuesta arriba, ya que hay que tener un dominio del personaje con algunos de estos jefes.
A lo largo de las pantallas podemos observar otro de los sellos de identidad del juego y unos guiños de lo más graciosos como las orejas de Mickey, consolas Mega Drive en la pantalla del genio, botellas de Coca-Cola en el desierto o a Sebastián, el cangrejo de La Sirenita, estampado en una piedra.
La interfaz es sencilla, nuestra vida está representada con la lámpara del genio y el humo era nuestra salud, cuánto más tengamos, más ‘toques’ resistiremos. Además, contamos con un contador de manzanas y de gemas. En lo que respecta a la banda sonora es sobresaliente y se basa en los temas de la película por lo que en todo momento jugaremos como si estuviéramos en el mismo Agrabah.
Para terminar con esta parte del análisis también haremos mención a la fase bonus, una pantalla extra a la que podíamos acceder si recogíamos durante la pantalla un ítem con la cara de Abú. Esto nos daba acceso a la fase bonus en la que podíamos conseguir vidas, gemas u otros objetos a través de una especie de ruleta de la suerte, aunque también había otro tipo de pantalla en la que manejábamos al mono mientras esquivamos barriles.
Conclusión Aladdin
A estas alturas quien no haya jugado a Aladdin ya está tardando porque es una de las mejores obras de los videojuegos que incluso se llevó el premio al mejor título de Genesis en 1993 por Electronic Gaming Monthly, además de Mejor Animación.
Es un juego donde el humor también está presente con algún que otro chiste o guiño y que os gustará por su jugabilidad, sus estupendas animaciones y por su gran banda sonora que os trasladará a la película.
¿Y qué pasa con la versión de Capcom?
Sencillo, por aquel entonces Virgin tenía los derechos para desarrollar en Sega Mega Drive y PC, mientras que Capcom los tenía para Super Nintendo lo que resultó en un juego totalmente distinto cuyo único parecido es el protagonista.
La versión de Super Nintendo fue diseñada por Shinji Mikami, que os sonará por ser el creador de Resident Evil, y en ella Aladdin no lleva sable. La historia será similar a la de la película, aunque nos encontraremos con niveles que no tendrán nada que ver como una pirámide de Egipto o el mundo surrealista en el que el genio hace de guía. Su jugabilidad se basa en saltar sobre los enemigos, lanzar manzanas o coger la alfombra para llegar a determinadas zonas. También cuenta con varios minijuegos como capturar el escarabajo de oro o desafíos como encontrar los 70 diamantes rojos en todo el juego.
Esta versión logró vender 1’75 millones de copias, que aunque no están nada mal no hicieron que el juego se recordara como obra maestra, algo que sí sucedió con el de Mega Drive.
Si quieres seguir recordando los mejores juegos de Disney de la época retro, no dejes de visital el especial clásicos Disney.
2 comentarios
Muy buen análisis, totalmente de acuerdo, es una maravilla que se sigue viendo(y moviendo) genial a día de hoy. Por cierto, para poder jugarlo hoy está disponible en GOG.com, sin DRM y adaptado a ordenadores actuales, junto otros juegos de la época como El libro de la Selva o El rey León.
Saludos fremen.
Gracias!!! Si es que lo que es bueno siempre lo será
Un poco carillos no? He mirado el rey león y está a 10€
Salu2!