Análisis de Uncharted 4: El desenlace del ladrón en PS4

Todo principio tiene un final y la historia de Nathan Drake no iba a ser diferente a la del resto de mortales. Uncharted 4: El desenlace de un ladrón ha llegado a PlayStation 4 dispuesto a alzarse con el trofeo de mejor juego del año 2016 y tras haberlo terminado, queremos expresar las sensaciones que nos ha dejado el último juego protagonizado por este carismático aventurero.

Argumento

Para poner una punto y final a una historia primero hay que continuarla y con esta premisa comienza la cuarta entrega de Uncharted. Nos volvemos a meter en la piel de Drake, quien ahora lleva una vida alejada de los peligros que supone buscar tesoros enfrentándose a otros miembros del gremio de ladrones y mercenarios. En esta cotidiana nueva vida le acompaña Elena, la famosa periodista que conocimos en el primer Uncharted y que tras muchas idas y venidas finalmente logró encandilar a Nate.

Es por eso que se dice que el amor lo puede todo, hasta tal punto que Drake abandone su apasionante vida o no. Y es que en esta entrega nos enteramos de que Drake tiene un hermano desaparecido, que como no podía ser de otra manera vuelve a entrar en escena para desencadenar los acontecimientos que tienen lugar en el juego, en este caso, la búsqueda del tesoro de Avery. Trama principal del juego que está llena de guiños y tópicos a otras entregas de la saga de Naughty Dog, comenzando por volver a buscar un tesoro pirata o a reencontrarnos con viejos conocidos como Víctor Sullivan.

El desarrollo de la historia sigue el mismo modus operandi que ya vimos en anteriores juegos. Por un lado,  tenemos a Rafe, típico amigo/enemigo de juventud de los hermanos Drake, al que se le une Nadine, una mercenaria que hará cualquier cosa por conseguir su objetivo. Ambos bandos irán recorriendo diferentes localizaciones hasta que por fin den con Libertalia, el lugar donde se encuentra el mayor tesoro de la historia pirata y en el que descubriremos el verdadero motivo por el que Sam regresó a buscar a su hermano.

Como no iba a ser de otra manera, esa pequeña «traición» lo único que hará es alargar un pelín más la historia tras la separación entre los hermanos y el posterior reencuentro tras su búsqueda. Y finalmente, el enfrentamiento final con Rafe, un duelo a muerte, algo descafeinado para mi gusto, en el que sólo podremos dar a un par de botones.

Apartado técnico

En este apartado Naughty Dog vuelve a demostrar que el estudio se encuentra a la vanguardia actual y nos ha dejado ver un juego con un acabado prácticamente perfecto en el que nos podemos pasar horas deleitándonos con la belleza de sus paisajes. Pero no sólo son los escenarios, sino que también las cinemáticas y sobretodo las expresiones faciales han logrado sorprendernos hasta tal punto que la diferencia entre el modelado y el mundo real queda separada por una brecha muy pequeña.

A lo largo de la aventura visitamos diferentes lugares como la Hacienda Rossi (Italia), Escocia, Madagascar, la isla de Bahia del Rey y finalmente Libertalia. En todos ellos la espectacularidad estará a la orden del día, pero quizá el que más os sorprenda, o al menos el que más me ha gustado a mí, es el del episodio de la isla, un capítulo en el que tras una serie de acontecimientos vamos observando cómo el clima comienza a cambiar y da lugar a la formación de una tormenta con consecuencias para nuestro protagonista.

Tras ello, empezamos un nivel en el que la lluvia, los truenos y los relámpagos son los protagonistas, un episodio que te deja con la boca abierta y en el que te das cuenta de que ahora sí ha llegado la nueva generación. Esto también se nota en muchos detalles, como las manchas de ropa cuando nos caemos por el barro o cómo ésta se limpia al mojarla e incluso se arruga cuando nos movemos, detalles que unidos a la iluminación consiguen una recreación perfecta de los entornos.

En este punto también me gustaría destacar el salto de calidad que ha dado la banda sonora del juego, la cual, ya era buena de por sí, pero al tratarse del último de la saga parece que han querido ir un paso más allá y dotarla de un toque de epicidad propio de un punto y final. Unos temas que te atrapan y emocionan a medida que avanzan los capítulos.

Jugabilidad

La forma de jugar en Uncharted no ha variado con respecto a otras entregas, cosa que era de esperar, pero sí que ha añadido algunas características nuevas y quitado otras que se echan en falta. Primero vamos a empezar con los añadidos y es que ahora Drake podrá colgarse de los salientes con una liana como si fuera Tarzán, una opción que a mí me ha gustado bastante y por la que me pegado un montón de leñazos por hacer el tonto con la cuerda.

Además, y copiando a Lara Croft, también podrá utilizar una especie de clavo, lo que sería el piolet de Lara, para agarrarse a determinadas paredes. Aunque no será la única habilidad de Nathan, puesto que ahora también será capaz de nadar, pero no de asesinar con sigilo por lo que la capacidad de Drake queda un poco desaprovechada, de hecho ni siquiera podemos disparar mientras estamos en remojo.

Otro de los añadidos ha sido la incorporación de conversaciones opcionales, que no aportan mucho a la historia salvo anécdotas sobre los personajes, pero que le dan un toque de novedad. Esta característica ya la pudimos ver en The Last of Us, anterior juego de la desarrolladora.

En Uncharted 4 también tenemos la posibilidad de empezar directamente en Aplastante, algo que a los cazadores de trofeos como yo os vendrá de perlas para ahorraros una pasada, aunque también he de decir que jugarlo la primera vez así os hará morir una y otra vez en determinadas zonas como la de las partes finales, donde las coberturas son de madera y no queda otra que usar el ingenio, y tener un poco de suerte, para matarlos a todos. Además, tras pasaros el juego podréis utilizar algunos truquillos como el tiempo bala o la munición infinita. Por último, han añadido un Modo Foto que os permitirá guardar esos momentos de los que os hablamos antes.

Antes de dar por concluido los añadidos, también vamos a mencionar la intentona de crear un «mundo abierto» con el manejo de vehículos. Una opción que nos permite visitar otras zonas del paisaje en busca de tesoros o notas de diario, pero que no pasa más allá de eso, un paseo sin ningún tipo de peso sobre la historia y que puede llegar a aburrir. Los puzzles, si es que se les puede llamar eso, también vuelven a hacer acto de presencia pero son tan sencillos que apenas tendrás que pararte a pensar.

Además de todo esto también han incluido algo bastante novedoso para este tipo de juegos y es que el sigilo es una de las principales novedades. Podemos pasar zonas sin que nos vean pero en cuanto hacemos un movimiento en falso ya estamos vendidos, más que nada porque el sistema de coberturas no está muy conseguido y en la mayoría de ocasiones Drake no se cubrirá como es debido. Cuando nos descubren la IA nos buscará por todos los rincones, pero según que zonas podremos huir y todo volverá a estar como si nada, lo que resta un poco a su realismo.

Finalmente y como ya dijimos, también han quitado cosas, no muchas pero que se echan en falta como la posibilidad de devolver granadas a los enemigos, una característica que en más de una ocasión nos salvó el pellejo en Uncharted 3, pero que en esta ocasión no hemos tenido la oportunidad de disfrutar.

Conclusión Uncharted 4

Después de todo este rollo que os he contado seguramente ya estaréis hartos de leer pero bueno, os voy a resumir más o menos lo que me ha parecido el juego sin entrar en tanto detalle y con una opinión más personal. La verdad es que tras empezarlo tenía puestas grandes esperanzas en él, el juego volvía a empezar con un nivel de acción espectacular y luego nos llevaba a revivir momentos de otras entregas con el recorrido por la casa. Una visita llena de nostalgia y homenajes a los principios de Naughty Dog con PlayStation y Crash Bandicoot.

Todo ello hacía presagiar que estaríamos ante el mejor juego de la saga, pero nada más lejos, al menos para mí. Si bien ha introducido un gran número de variedades, creo que éstas no han sido bien aprovechadas y os explico el por qué, creo que la posibilidad de poder conducir un vehículo debería ir más allá y ya que nos permiten ir por un camino distinto al predefinido nos deberían dar algún aliciente para ello, si no lo hacen como ha sido el caso puede llegar a aburrirte porque no sirve para nada en realidad.

Más o menos a la mitad, llega un punto en el que Uncharted 4 se hace demasiado lento y monótono, ya que el nivel de acción disminuye y el ritmo baja muchísimo, quizá por esta razón para mí el mejor de todos sin lugar a dudas sigue siendo Uncharted 2: El reino de los ladrones, juego que sorprendió y con el que los giros de guion nos pillaron más de sorpresa que en éste, donde estaba claro lo que iba a pasar en todo momento.

También me gustaría destacar que para ser un juego de despedida he echado en falta a personajes importantes como Chloe, de la que sólo tenemos constancia de ella por una misera nota en la boardilla de Nate. Cuando bien podrían haberla puesto en alguna foto o mejor aún, que nos hubiera acompañado en algún tramo. Pero bueno, para ir terminando, creo que Uncharted 4: El desenlace de un ladrón es un muy buen juego que a pesar de sus pros y sus contras deja en buen lugar a la saga y pone un punto y final, o no, a la saga.