Por primera vez querremos no ser el alma de la fiesta, pasar desapercibidos como en una misión de sigilo y acabar con toda la diversión de la manera más sangrienta y cruelmente original.

Party Hard es un juego hecho para cuando necesitamos un desahogo y una excusa fácil para matar, divertirnos por una cuestión de «aquí estoy yo y ya me tenéis harto». Desgraciadamente aunque a muchos nos gustaría (incluso en la vida real) llegar y arramplar con todo sin rendir cuentas a nadie, las leyes están ahí para mantener el orden y para desquitarnos habrá que eludir y dar largas a las fuerzas que mantienen la ley y el orden. Amargados por las injusticias de la vida y los que no os dejan dormir, bienvenidos a vuestra oportunidad de Party Hard:





Las consecuencias de no dejar dormir

Que no os engañe su apariencia simple y gráficos pixelados, Party Hard tiene historia, una cuya narrativa me recuerda a Far Cry3: Blood Dragon, dotada de un tono serio que acentúa el humor negro que tiene.
En Party Hard somos ese tío que simplemente no puede dormir, o mejor dicho, no le dejan dormir sus vecinos que no paran de festejar y su frustración le convierte en un asesino en serie que intentará acabar con la diversión de 19 fiestas. Entre fiesta y fiesta, la narrativa argumental se hace presente con el testimonio de un policía que persigue al susodicho asesino en serie. Y de esta sencilla trama derivan no solo la persecución del asesino en serie, también la aparición de otras grandes personalidades que serán jugables y giros de guión que pueden sorprendernos si nos metemos en la historia.


Apartado técnico

El juego nos da un montón de herramientas para exterminar a todos los asistentes de las fiestas. Dotados de un cuchillo, el arma blanca por excelencia para los asesinatos rastreros, podemos aprovechar que los borrachos se quedan dormidos lejos de los ojos de las multitudes, que improvisadas parejitas busquen un sitio apartado para el ñiqui ñiqui, o los antisociales que se encierran en sus habitaciones aislados de toda compañía.

Publicaciones tiradas por el suelo nos darán sugerencias y trucos para llevar a cabo nuestros asesinatos sin ser descubiertos y hasta podremos hacer alguna llamada para tener ayuda de zombis que infecten a toda la fiesta o extraterrestres que abduzcan a los asistentes.
Aunque sin duda una de las mejores partes es poder librarse de todo el mundo utilizando el escenario; vehículos que una vez arrancados atropellan a todo el que pille por delante, o romper una moto para que se monte una bronca y el dueño se cargue a quien considera culpable de mancillar su preciosidad de dos ruedas. También podemos echar mano de la comida y bebida de la fiesta, envenenándolas para que acaben con los más sedientos y glotones.

No os quiero contar si pensamos en la de accidentes que pasan cuando la gente pasa por detrás de un caballo o cerca de una barbacoa…

Los escenarios también tienen rincones para esconder los cadáveres como contenedores de basura, armarios o miradores en las partes altas que nos servirán para tirar cuerpos tanto vivos como muertos.
Por supuesto no todo son ventajas, cualquiera que sea testigo de tus fechorías irá corriendo a llamar a la policía, quienes por cierto, son más rápidos que tú y si te cogen, game over amigo, game over…
Se puede escapar de la policía estando con antelación en una posición alejada, con items que nos dan más velocidad o utilizando los atajos del escenario como puertas y pasadizos a otra parte de la casa.
En este último caso, después de que el policía desista de atraparte, un obrero con increíble parecido al fontanero Mario, bloqueará el atajo para que no vuelvas a utilizarlo. El mejor camino siempre será la discreción y no dejar rastro.
No es un juego para impacientes, en fases avanzadas la vigilancia es extrema y los rincones discretos escasos.

Apartado artístico

Para quien le guste el estilo píxel a lo 8-bits encontrará agradables gráficos en cenital con un montón de homenajes al género slasher. Para los cegaturros como yo, podréis encontrar alguna dificultad situándonos en el escenario o adivinando cuando el resto no está mirando. Si bien su estilo resulta muy gracioso (los invitados incluso llevan disfraces muy simpáticos), los gráficos no son lo más destacable del juego, tan solo la excusa de hacer gore pixelado.

La banda sonora es muy acorte al tipo de juego, con ritmo y «chumba chumba» nos da ritmo para ensañarnos en todos los asesinatos que hagamos. Muy ochentera y pegadiza, resulta muy normal que los organizadores de las fiestas hayan incluído las canciones en la playlist de todas las celebraciones.

Lo mejor y lo peor

La mejor parte es para los fans del humor negro y las grandes personalidades del género slasher, dejarnos atrapar por la historia y reírnos es el principal objetivo de Pinokl Games. No será un juego que pase a la historia pero es muy susceptible de que entre en listas de los 100 juegos gore que hay que probar antes de dejar de jugar a los videojuegos.

La peor parte del juego tal vez sea que puede resultarnos corto y la parte «táctica» limitada ya que tras un par de fiestas, ya hemos visto casi todos los recursos para llevar a cabo nuestro objetivo, y aunque estos pueden cambiar aleatoriamente al empezar de nuevo una fase, no acaban por ser suficientes.

Plataformas: Xbox One, PS4 y PC
Desarrolladora: Pinokl Games
Distribuidora: Tiny Build Games
Género: Acción táctica
Idioma: textos y voces en inglés
Clasificación: PEGI16
Lanzamiento: 26 de abril del 2016
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Tan friki como manca, policonsolera y aficionada a todos los géneros pero en especial, el survival horror. Silent Hill es mi destino ideal de vacaciones. Espero aprender mucho con www.chicasgamers.com

4 comentarios

  1. Es la primera reacción, yo también lo pensé y después ya me di cuenta de que la jugabilidad es completamente diferente. Aparte Hotline Miami tiene mas cuidados el apartado gráfico y sonoro en mi opinión 🙂

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