Continuamos con nuestro especial Disney y esta semana nos toca viajar hasta la selva y meternos en la piel de Mowgli, el cachorro humano a quien temía Shere Kan en El Libro de la Selva. Este juego fue programado en un principio por Syrox Develoments para la versión de Master System, aunque en el resto de versiones (Mega Drive, Super Nintendo, Game Gear y Game Boy) fue Eurocom la encargada. Fue publicado y distribuido por Virgin, además de que también co-programaron la versión de Mega Drive, que llegó a Europa en 1994.
Uno más en la jungla
La historia del juego nos transportará a la selva en cada uno de los 10 niveles de los que consta el juego, así pues, atravesaremos las ruinas del rey Louie o montaremos sobre la barriga de Baloo atravesando el río. Nuestro objetivo en cada pantalla será encontrar un número determinado de gemas para poder terminar la fase, y tras encontrarlas buscar a un personaje determinado, que en la mayoría de los casos suele ser Bagheera. Aunque no todo va a ser pasear y recoger objetos, en algunas pantallas nos tendremos que enfrentar a jefes como la serpiente Kaa, el rey Louie o el temido Shere Khan.
La versión de Super Nintendo en comparación con la de Mega Drive es muy similar en cuanto a estilo de juego y argumento, aunque el desarrollo de los niveles es muy diferente, al igual que ya vimos con Aladdín.
De cachorro a hombre
La historia de la película queda patente en el juego y los diez largos niveles dan fe de ello. El planteamiento de los mismos es sencillo, como ya hemos dicho, habrá que recoger las gemas y enfrentarnos a jefes eventualmente. Para ello, Mowgli será capaz de realizar dos movimientos: saltar y lanzar objetos, aunque también podremos trepar y balancearnos sobre lianas para llegar a otras zonas.
Los escenarios están repletos de enemigos muy variados, escorpiones, serpientes, monos, loros, ranas… a los que eliminaremos saltando sobre ellos o utilizando nuestras bananas. Con ellas, empezamos el juego, pero a medida que vayamos recolectando objetos podremos utilizar nuevas armas (boomerangs, bananas dobles, bolitas, etc). Cada pantalla cuenta con un temporizador para que la terminemos, aunque siempre habrá tiempo suficiente y nos encontraremos relojes que nos otorgarán un extra del mismo.
El libro de la selva es un juego de alturas y en más de una ocasión saltaréis al vacío como quien no quiere la cosa. Por suerte, a lo largo de los niveles nos encontraremos con el hijo del Coronel Hathi, el pequeño elefante nos servirá como punto de guardado en caso de que volemos más de la cuenta. La dificultad del juego no es excesiva, aunque a mí particularmente me han costado algunos jefes debido a que no podía evitar sus proyectiles en muchas ocasiones, pero a parte de esto, podríamos decir que su dificultad está equilibrada y en ningún momento os frustraréis como para apagar la consola y olvidaros del juego.
Apartado técnico
Nuevamente se nota la mano de Virgin en este aspecto y es que gráficamente el juego cuenta con unas animaciones fluidas y bien construidas en la mayoría de elementos presentes en el título. Los sprites de los personajes son muy detallados, así como los escenarios haciendo un uso más que adecuado de la paleta de colores de Mega Drive.
La banda sonora está compuesta por los temas de las películas, algo sin duda fundamental para trasportarnos a esa selva plagada de animales salvajes. Las melodías junto con los efectos de sonido no desentonan en ningún momento y os provocarán tararear las canciones al ritmo que os vais pasando niveles.
Conclusión El libro de la Selva
El libro de la selva es uno más de los exquisitos juegos de Disney en la época dorada de los 16 bits que os hará pasar unas horas de diversión reviviendo la historia de Mowgli en la jungla. Es entretenido y divertido, ingredientes imprescindibles para no aburrirnos.
Si te has perdido alguno de nuestros especiales Disney, echa un vistazo al reportaje y vuelve a revivir la infancia con ellos.